La empresa Surcos, uno de los actores históricos del negocio de insumos agropecuarios en Argentina, reconoció ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no podrá cumplir con los pagos de sus Obligaciones Negociables Serie IX, cuyo monto asciende a US$3.776.807,66, y tampoco con pagarés bursátiles por US$900.000, con vencimientos entre julio y diciembre de 2025. La firma atraviesa un concurso preventivo desde febrero pasado, en medio de una crisis de liquidez que sacude a todo el ecosistema de los agroquímicos.

En una carta enviada al organismo y firmada por Miriam de los Ángeles Tasso, responsable de Relaciones con el Mercado, la compañía detalló que los compromisos en cuestión corresponden a deudas previas al inicio del concurso y por tanto se enmarcan en lo dispuesto por la Ley de Concursos y Quiebras N° 24.522.

El derrotero comenzó en diciembre de 2024, cuando Surcos incumplió un pagaré de US$500.000, lo que derivó en embargos y activó el mecanismo judicial que llevó al concurso de acreedores. En ese momento, se conoció que la deuda total ascendía a US$73 millones, mientras que su caja era de apenas US$134.000, frente a vencimientos por US$24 millones en los seis meses siguientes.

Este nuevo incumplimiento representa un duro golpe para el sector agropecuario argentino, que depende críticamente del abastecimiento y financiamiento de insumos para sostener la producción. La imposibilidad de Surcos de honrar compromisos refuerza la vulnerabilidad de la cadena de valor agroindustrial, ya afectada por una caída de más del 30% en el mercado de agroquímicos durante 2023.

A esto se suma el impacto en proveedores, distribuidores y cooperativas, que operan con estrechos márgenes y se ven comprometidos por la falta de pagos y el riesgo de cortes en la provisión. La figura de Sebastián Calvo, presidente de la compañía, aparece ahora bajo la lupa del mercado, que exige señales claras sobre cómo se reestructurará la deuda y si la empresa podrá seguir operando.

El contexto general no ayuda: el mercado financiero sigue restringido para muchas empresas del agro, y los insumos importados se encarecieron con la devaluación. En paralelo, productores y técnicos demandan políticas activas, como líneas de crédito agropecuario, para sostener el ciclo productivo.

Mientras tanto, el proceso concursal sigue su curso en los tribunales, y las próximas semanas serán decisivas para saber si Surcos puede alcanzar un acuerdo de pago con sus acreedores o si se encamina a una reestructuración más drástica.