Tasas al límite: la caución tocó 93% intradiario y cerró en 20% en medio de la falta de liquidez
En una jornada marcada por la tensión financiera, la falta de pesos y la búsqueda de cobertura en dólares dispararon la volatilidad de las tasas de corto plazo. El Tesoro inyectó liquidez tras decidir no renovar todos los vencimientos de deuda en la última licitación.
Las tasas en pesos volvieron a mostrar una volatilidad extrema este jueves, reflejo de la escasez de liquidez en el sistema financiero y de una fuerte demanda de cobertura en dólares en la antesala de las elecciones legislativas.
En este contexto, la tasa de la caución a un día -que mide el costo del dinero en el mercado interbancario- llegó a tocar un máximo intradiario del 93%, antes de retroceder y cerrar en torno al 20% anual.
La jornada repitió la dinámica del miércoles, cuando las tasas habían oscilado entre el 10% y el 120%, reflejando un mercado sin precios de referencia claros y con operaciones puntuales que marcan fuertes picos de tensión. Según operadores, la falta de pesos se agravó por la salida de fondos de inversión de corto plazo (Money Market) y la menor disposición de los bancos a prestarle al BCRA, lo que amplificó los movimientos.
"El mercado está seco de pesos y cualquier operación grande desacomoda las tasas", resumió un operador de una mesa de dinero porteña.
En este escenario, también se registró un salto en la tasa de los repos, que llegó a rozar el 100% según fuentes privadas. El día previo, esa misma referencia había llegado a tocar el 190%, lo que confirma el nivel de estrés en las operaciones de muy corto plazo.
Frente a esta situación, el Ministerio de Economía decidió inyectar liquidez al mercado. En la licitación de deuda del miércoles, el Tesoro optó por no renovar la totalidad de los vencimientos y refinanció apenas el 45,7%, lo que implica una liberación de más de $2 billones al sistema.
El objetivo, según fuentes oficiales, fue no convalidar tasas tan altas y recomponer el flujo de pesos antes del cierre de semana. La liquidación de esos títulos se concretará el viernes, momento en el cual se espera una moderación de las tasas y un alivio temporal sobre la curva de rendimientos.
La combinación de escasez de liquidez, fuerte demanda de cobertura cambiaria y expectativas electorales genera un cóctel difícil para el mercado. En paralelo, los inversores se vuelcan a instrumentos dólar linked, buscando resguardo ante una eventual corrección del tipo de cambio tras los comicios.
La tensión en las tasas de corto plazo refleja además las limitaciones del Banco Central para absorber o inyectar liquidez sin desajustar el resto de las variables. En este contexto, el equilibrio entre contener el dólar, sostener la deuda en pesos y estabilizar los rendimientos se vuelve cada vez más frágil.
En la City coinciden en que el movimiento del Tesoro de liberar pesos fue necesario para evitar un bloqueo en el financiamiento diario, aunque advierten que la presión sobre el tipo de cambio y la inflación puede aumentar si la liquidez no se administra con cuidado.
Con este telón de fondo, el mercado seguirá de cerca los próximos pasos del Tesoro y del BCRA.
La incógnita ahora es si la inyección de pesos servirá para calmar las tasas, o si solo será una tregua corta antes de un nuevo rebrote de volatilidad.