Agricultura

Trigo argentino gana terreno: Brasil aumentará importaciones por baja producción local

La producción de trigo en Brasil caerá 20% y se prevé que las importaciones superen los 7 millones de toneladas. Argentina, con precios bajos y cosecha récord, se posiciona como proveedor dominante.

Brasil, uno de los principales consumidores de trigo en América Latina, enfrenta un año complicado en términos productivos. Según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la superficie sembrada de trigo en el país cayó casi un 20%, con una producción estimada de apenas 7,5 millones de toneladas. Este descenso ha obligado al país a aumentar significativamente sus importaciones, las cuales podrían superar los 7 millones de toneladas en 2025, una cifra no vista desde 2013.

Este déficit representa una oportunidad clara para la Argentina, que proyecta una cosecha robusta de más de 20 millones de toneladas. Gracias a precios altamente competitivos -impulsados en parte por la eliminación temporal de las retenciones a las exportaciones- el trigo argentino está ganando rápidamente participación de mercado en Brasil, desplazando a competidores tradicionales como Estados Unidos, Canadá, Francia y Ucrania.

La caída en la siembra no ha sido homogénea: los principales estados productores del sur de Brasil, como Rio Grande do Sul y Paraná, redujeron su superficie triguera en 14% y 28%, respectivamente. Esta merma ocurre en un contexto donde el consumo interno ha venido creciendo sostenidamente: en las últimas dos décadas, la demanda brasileña de trigo aumentó un 23%, impulsada por el crecimiento poblacional, el consumo de panificados y una incipiente inclusión del cereal en la alimentación animal.

La importación ya no es solo un recurso coyuntural, sino una necesidad estructural para la industria molinera brasileña. Entre enero y agosto de 2025, las compras externas marcaron su mayor volumen desde 2007. En este mismo período, las importaciones desde Argentina crecieron un 24%, alcanzando su nivel más alto para agosto desde 2021.

El precio promedio del trigo en Brasil se ha mantenido en niveles bajos. En Rio Grande do Sul, por ejemplo, el valor promedio en el último trimestre fue de aproximadamente USD 240 por tonelada, en términos reales un 9,2% inferior al registrado un año atrás. Esta debilidad ha desincentivado la siembra local, reforzando la dependencia del cereal importado.

Argentina, con un mercado interno bien abastecido y elevados volúmenes de stock, ha podido ofrecer precios agresivos en el exterior. La Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) reporta que solo entre junio y septiembre se embarcaron 2,9 millones de toneladas de trigo argentino, 1,8 millones de ellas con destino a Brasil. Este flujo representó un 61% de las exportaciones del período y marcó un récord mensual en agosto y septiembre, superando las 800.000 toneladas cada mes.

Además, el trigo argentino logró posicionarse en destinos no tradicionales como África del Norte y el Sudeste Asiático, compitiendo con proveedores europeos y del Mar Negro. Este avance se explica por una combinación de competitividad de precios, mejora en la calidad del cereal y disponibilidad logística.

A pesar de los esfuerzos de investigación y desarrollo liderados por EMBRAPA, que ha generado nuevas variedades adaptadas al Cerrado, el crecimiento de la producción de trigo en Brasil ha sido más lento de lo esperado. Problemas logísticos, costos internos elevados y volatilidad del tipo de cambio continúan afectando la competitividad del trigo nacional.

En este escenario, analistas brasileños y argentinos coinciden en que la dependencia de las importaciones se mantendrá alta en el corto y mediano plazo. Esto presenta tanto riesgos para la seguridad alimentaria brasileña como oportunidades continuas para los exportadores regionales.

Con más de 600.000 toneladas previstas en stocks finales, Argentina no solo se posiciona como proveedor confiable, sino también como actor dominante en el comercio regional del trigo.

Agrolatam.com
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