Trigo en Argentina: rindes récord de hasta 80 qq/ha en la previa a la floración
La campaña 2025/26 arranca con señales históricas en la zona núcleo, donde el 90% de los lotes está en condición de excelente a muy buena. La contracara: la amenaza de enfermedades fúngicas por la humedad.
El trigo argentino atraviesa un momento de expectativas inusualmente optimistas. Según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el cultivo ingresa en su período crítico con un 90% de los lotes en condición de muy buenos a excelentes, un nivel de desarrollo que no se veía desde campañas destacadas como la 2017/18 o la 2021/22. "Hace años que el trigo no llegaba así a las semanas previas a la floración", remarcaron técnicos relevados por la entidad, reflejando la magnitud del escenario.
El factor determinante ha sido la recurrencia de lluvias durante todo el ciclo, lo que permitió mantener un piso de 80% de cuadros en condiciones óptimas desde la siembra. En la zona de General Villegas, asesores recuerdan que hay que retroceder varios años para encontrar trigos con un desempeño tan parejo. El contraste con lo ocurrido en 2024 es contundente: a esta altura de la campaña pasada, un tercio de los lotes se repartía entre malos (10%) y regulares (22%), lo que explica el entusiasmo que hoy predomina entre productores y técnicos.
En cuanto a las proyecciones de rendimiento, los números sorprenden. En localidades como María Susana, se estima que la mayoría de los cuadros podrían alcanzar entre 50 y 65 quintales por hectárea (qq/ha), con lotes puntuales que muestran potenciales de hasta 80 qq/ha, un valor inusual para el cereal en la región núcleo. En Corral de Bustos, el panorama es igualmente alentador: los técnicos hablan de trigos en hoja bandera con más de 500 espigas por metro cuadrado, un indicador que enciende las ilusiones de los productores.
Pero no todo es euforia. El alto nivel de humedad que sostiene esta condición excepcional también incrementa el riesgo de enfermedades fúngicas, especialmente fusariosis, que ataca la espiga y puede comprometer tanto el rinde como la calidad del grano. En este sentido, la GEA lanzó una advertencia clave: será determinante que entre el 1° y el 10 de octubre, período que coincide con el inicio de la floración, se logre transitar una ventana de tiempo sin lluvias. "El trigo está fantástico, pero después de tantos años malos nos da miedo ver lo bien que pinta este año. Es fundamental que los primeros días de octubre estén secos", explicaron asesores de Camilo Aldao, graficando la tensión entre la expectativa y la cautela.
El optimismo no se limita a la región núcleo. El Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también reflejó un escenario favorable a nivel nacional: el 81,7% del área triguera presenta condición hídrica Adecuada/Óptima, mientras que el 96,9% de los cultivos se ubica entre estados Normales a Excelentes. Esta disponibilidad de humedad resulta particularmente beneficiosa en el centro y norte del área agrícola, donde las perspectivas de rendimiento se ubican claramente por encima de los promedios históricos.
De todos modos, el informe de la Bolsa porteña advirtió que los excesos hídricos en el oeste y centro bonaerense podrían interferir en las labores de refertilización y en la aplicación de fungicidas, comprometiendo la sanidad del cultivo. La amenaza de nuevas enfermedades fúngicas, que ya se están reportando en algunos focos, es uno de los principales factores que hoy pone un signo de interrogación sobre los resultados finales de la campaña.
Mientras tanto, la cosecha ya comenzó en el norte argentino. En Los Frentones, Chaco, se recolectó el primer lote de trigo de la campaña 2025/26, que será rematado el próximo 30 de octubre en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el tradicional certamen que organiza esa entidad junto a la Bolsa de Córdoba y la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), con el acompañamiento de las demás bolsas de cereales del país. Este lote inicial, perteneciente al productor Roberto Mario Polentarutti, se sembró el 20 de abril sobre 200 hectáreas con la variedad Sursen 2330, y fue cosechado el 17 de septiembre. La operación de molienda estará a cargo de Molinos Cabodi Hnos. SA, de Rojas, Buenos Aires, bajo supervisión de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales para garantizar estándares de calidad.
El arranque de esta campaña de trigo muestra una foto alentadora como pocas veces en la última década. Argentina tiene en sus manos la posibilidad de concretar una cosecha récord, siempre y cuando logre manejar el riesgo sanitario en las próximas semanas. Con un mercado internacional ávido de alimentos y vecinos como Brasil consolidando su posición exportadora, el país podría recuperar protagonismo si logra capitalizar este potencial. El desafío es claro: sostener la sanidad, mantener la competitividad y transformar el entusiasmo actual en resultados concretos que fortalezcan al agro argentino en el tablero global.