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Trump amenaza con aranceles masivos a China y cancela reunión con Xi tras disputa por tierras raras

La tensión comercial entre Estados Unidos y China vuelve a escalar, generando alarma en el sector agrícola estadounidense y dejando sin efecto una cumbre clave entre ambos mandatarios.

El presidente Donald Trump anunció este viernes que su gobierno evalúa una "aumentación masiva de aranceles" sobre productos chinos, en respuesta directa a la decisión de Beijing de restringir las exportaciones de minerales estratégicos, conocidos como tierras raras. La medida deja en suspenso una esperada reunión entre Trump y el presidente Xi Jinping, prevista para finales de mes durante la cumbre del APEC en Corea del Sur.

"Me veré obligado, como presidente de los Estados Unidos, a contrarrestar financieramente su medida", escribió Trump en una extensa publicación en redes sociales. "Una de las políticas que estamos considerando en este momento es un aumento masivo de los aranceles", agregó, dejando claro que la represalia económica está sobre la mesa.

U.S. and Chinese officials have been working to arrange a summit between U.S. President Donald Trump and Chinese President Xi Jinping in the coming months, which will likely take place in Beijing, experts said.

El conflicto se desató luego de que el jueves el gobierno chino impusiera nuevas restricciones a la exportación de tierras raras, materiales fundamentales para la fabricación de productos tecnológicos, equipamiento médico y sistemas militares. Beijing domina globalmente el suministro de estos minerales, y su uso como herramienta geopolítica ha encendido alarmas en Washington.

Trump calificó la acción china como un acto "siniestro y hostil" y acusó a Beijing de estar "al acecho" mientras se enfriaban las tensiones comerciales entre ambas potencias. "Iba a reunirme con el presidente Xi en dos semanas, pero ahora no parece haber razón para hacerlo", afirmó el mandatario.

El deterioro de las relaciones amenaza con desbaratar el acuerdo de tregua comercial alcanzado a principios de este año, que permitió reducir aranceles entre ambas naciones y prometía avanzar hacia una solución más permanente. Esa tregua está prevista para expirar en noviembre, y ahora el futuro de cualquier pacto parece incierto.

Chinese leader Xi Jinping in The Great Hall of People in Beijing, China, on September 4.

Lintao Zhang

Uno de los sectores más perjudicados por este nuevo quiebre es el agrícola. China ha sido históricamente el principal mercado de exportación de soya para los Estados Unidos. Tras años de inestabilidad comercial, los productores esperaban que las conversaciones entre ambos líderes restablecieran la confianza del mercado.

La Asociación Americana de Productores de Soya (ASA) expresó su decepción por la cancelación del encuentro. "Teníamos la esperanza de que esta reunión llevara a un acuerdo que restaurara nuestras exportaciones de soya a China, que ha sido nuestro mayor comprador por mucho tiempo", dijo su presidente, Caleb Ragland.

"Desde ASA, estamos extremadamente decepcionados de que la reunión programada entre el presidente Trump y el presidente Xi esté cancelada por ahora", agregó. "Esperamos que las conversaciones puedan retomarse para restaurar mercados y relaciones comerciales."

Soil containing various rare earths for export to Japan at a port in China's Jiangsu province in 2010.

Mientras tanto, analistas comerciales consultados por medios estadounidenses advierten que el clima se ha vuelto más hostil. "China está tomando una actitud más agresiva", dijo un abogado experto en comercio internacional. "Están tratando de poner a prueba a EE.UU. y de afirmar su propio poder económico."

China también anunció esta semana una nueva investigación antimonopolio contra la empresa estadounidense Qualcomm, y ha reforzado sus controles sobre importaciones de semiconductores, como parte de una estrategia para reducir su dependencia tecnológica de Estados Unidos.

Estas medidas, junto con la tensión por las tierras raras, indican que Beijing estaría cerrando filas y apostando por endurecer su postura, en lugar de buscar un acuerdo. Algunos analistas incluso sostienen que China se ha beneficiado de las fricciones comerciales de EE.UU. con terceros países, lo que le ha permitido abrir nuevos mercados y afianzar alianzas en otras regiones.

Por su parte, el secretario del Tesoro Scott Bessent había mostrado optimismo respecto a alcanzar un nuevo pacto antes del plazo de noviembre. Pero tras el anuncio de Trump, ese escenario parece poco probable.

Para los agricultores estadounidenses, que ya enfrentan altos costos de insumos, márgenes reducidos y una caída en los precios globales de los commodities, el regreso de la guerra comercial representa un golpe directo a su rentabilidad y una amenaza a la estabilidad de los mercados de exportación.

Aunque Trump dejó abierta la posibilidad de futuras visitas a Beijing o de recibir a Xi en Washington, la ruptura actual del diálogo marca un nuevo capítulo de incertidumbre. En especial para sectores rurales que dependen profundamente de las relaciones comerciales internacionales y de una política exterior predecible.

Agrolatam.com
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