Una exposición con mensaje político y respaldo institucional
Nicolás Pino celebró el apoyo del Gobierno a la nueva edición de la Rural de Palermo y valoró la presencia de Guillermo Francos como señal de compromiso con el agro
La 137ª Exposición Rural de Palermo arrancó con una fuerte señal política: en la inauguración oficial no solo hubo cintas cortadas y discursos de rigor, sino también gestos concretos. Para Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la presencia del jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, no fue un dato menor.
"Todo lo que viene por delante va a ser para sorprenderse", expresó Pino con entusiasmo. Y añadió: "Que esté hoy acá el jefe de Gabinete es una muestra clara de que lo que dice el gobierno sobre el campo no son solo palabras, son hechos".
El dirigente rural remarcó que el campo es "el sector más competitivo y productivo del país", y que el respaldo oficial "no solo se ve en los discursos, sino también en las presencias": primero fue el presidente Javier Milei, dos días atrás; y ahora Francos, en persona, en la pista central del predio de Palermo.
Por su parte, el funcionario nacional evitó definiciones específicas, pero aseguró que el Gobierno está "analizando todo lo que corresponde" tras la reciente reunión con la Mesa de Enlace. "Hay que darle al Gobierno el tiempo necesario para seguir el camino que ya se ha trazado", sostuvo.
Consultado por la reunión con gobernadores prevista para esa misma jornada, Francos confirmó su asistencia y adelantó un "diálogo cordial, como siempre". En cuanto a los reclamos por la obra pública, fue tajante: "La infraestructura del país está mal, y eso es producto de 40 años de abandono, corrupción y desidia. Este gobierno está decidido a encararlo".
Y concluyó con una advertencia: "Llevamos un año y medio de gobierno. No pueden exigirle al presidente que solucione todos los problemas de golpe".
Con ese telón de fondo, la muestra rural más emblemática del país se puso en marcha como vitrina del potencial productivo, pero también como espacio donde el poder político y el campo ajustan cuentas y afinan estrategias.