Uruguay potencia su comercio de carnes: exportaciones al USMCA suben más de 40% en 2025
El bloque integrado por Estados Unidos, Canadá y México se consolidó como principal destino de la carne uruguaya en 2025, desplazando a China y generando un flujo de divisas que ya supera los US$ 745 millones.
La ganadería uruguaya atraviesa un 2025 con cifras históricas. Según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), al 20 de septiembre las exportaciones de carne acumularon ingresos por US$ 2.273 millones, un crecimiento del 25,4% respecto al mismo período del año anterior. Detrás de este salto se encuentra el mayor dinamismo de tres destinos clave: el bloque USMCA, China y la Unión Europea, con desempeños que reflejan un nuevo equilibrio en el mapa de la carne uruguaya.
El bloque norteamericano, que reúne a Estados Unidos, México y Canadá, se convirtió en el motor más fuerte de la demanda. Sus compras sumaron US$ 745,6 millones, lo que representa el 32,8% de las divisas generadas por las exportaciones cárnicas y un aumento del 40,9% frente a 2024. En términos de volumen, las colocaciones hacia este mercado alcanzaron las 138.843 toneladas peso canal, con un crecimiento de 18,1%.
China, tradicional líder de las compras, aparece en el segundo lugar con una participación del 29,5%, que equivale a US$ 672,2 millones, y un avance del 17,5% en comparación interanual. Aunque su peso se mantiene elevado, la pérdida de participación relativa frente al bloque norteamericano confirma un cambio en la dinámica de destinos. En tanto, la Unión Europea ocupa el tercer escalón, con el 19,7% de los ingresos totales (US$ 449,5 millones) y un crecimiento interanual de 65,5%, destacándose como el mercado de mayor expansión relativa en 2025.
El podio de compradores se completa con Israel, que representa el 3,4% del total con US$ 78,4 millones, y el Mercosur, que concentra el 3% con US$ 75,2 millones. En ambos casos, las colocaciones descendieron respecto al año pasado, con caídas de 13,4% y 20,6% respectivamente.
El motor central de las exportaciones sigue siendo la carne bovina, que explica el 84,1% del total de divisas. En lo que va del año, Uruguay colocó en el exterior 386.965 toneladas peso canal de carne vacuna, que generaron US$ 1.911 millones a un valor medio de US$ 4.941 por tonelada, un 20,2% más que en 2024. Este repunte en el precio medio refleja no solo la firmeza del mercado internacional, sino también el reposicionamiento de Uruguay en segmentos de mayor valor.
El resto de la canasta exportadora se compone de menudencias (5,4%), subproductos primarios para uso industrial (3,2%), subproductos comestibles residuales (2,9%), carne ovina (1,9%), subproductos industrializados (1,2%) y carne equina (1%). Aunque estos rubros aportan en menor medida, diversifican el perfil exportador y permiten aprovechar distintos nichos en los mercados internacionales.
El contraste con 2024 muestra la magnitud del avance. En todo ese año, Uruguay exportó 685.194 toneladas de carnes por un total de US$ 2.580 millones, con una caída de 3,3% respecto a 2023. La distribución de los mercados también era distinta: China lideraba con 38,5% de participación, el bloque USMCA ocupaba el 34,1% y la Unión Europea el 9,9%. Hoy, el escenario cambió: Estados Unidos y sus socios del norte concentran un tercio del negocio, confirmando la diversificación en curso.
Más allá de los números, la ganadería uruguaya enfrenta un contexto desafiante: un mercado global con menor oferta de carne debido a la retracción de Brasil y Estados Unidos, alta competencia por el ganado y precios firmes en la hacienda, que hoy se ubican en niveles históricos para el país. Esta combinación abre oportunidades, pero también exige eficiencia y previsión para sostener la competitividad.
Uruguay se beneficia de la reputación de su carne, reconocida por calidad y trazabilidad, pero deberá seguir ajustando su estrategia para aprovechar al máximo el nuevo escenario. El crecimiento de los envíos a Norteamérica, la recuperación de la Unión Europea y la firmeza de China dibujan un mapa de oportunidades que, de mantenerse, dejaría a 2025 como uno de los años más sólidos en materia de exportaciones cárnicas.