El sector lechero de Uruguay alerta que el Inale podría dejar de funcionar en 2026 por falta de fondos
Las gremiales lecheras advierten que el presupuesto proyectado es insuficiente y proponen redireccionar recursos de las exportaciones lácteas.
Las principales gremiales del sector lechero uruguayo encendieron la alarma ante la posibilidad de que el Instituto Nacional de la Leche (Inale) se vea obligado a cerrar o reducir drásticamente su accionar a partir de 2026 por falta de recursos.
El comunicado difundido por las asociaciones advierte que en el proyecto de ley de Presupuesto 2026-2029 "no se prevén nuevos fondos" para sostener la operativa del instituto. De acuerdo con el texto, el Inale recibió 22 millones de pesos para 2025 y se le asignarían 35 millones anuales para el período 2026-2029. Sin embargo, las gremiales sostienen que estos montos son insuficientes para garantizar su funcionamiento.
Según explicó Néstor Cabrera, directivo de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), el presupuesto real del instituto ronda los US$ 1 millón anual, cifra que solo permite un trabajo "muy limitado" en relación con las funciones estratégicas que desempeña. Aunque existe un consenso político general sobre la importancia del Inale, Cabrera sostuvo que "al momento de tomar las decisiones, los recursos asignados no dan para mucho más de uno o dos años".
La propuesta de las gremiales
Las organizaciones plantean que el 0,2% del impuesto generado por las exportaciones lácteas, actualmente destinado a financiar el Laboratorio Tecnológico de Uruguay (LATU), debería redireccionarse hacia el Inale. Con estos recursos, aseguran, se garantizaría la continuidad de la institución, cuya labor es clave para la articulación del sector lechero, el seguimiento de estadísticas y el diseño de políticas que fortalezcan a la cadena productiva.
El comunicado fue firmado por un amplio grupo de gremiales: Agremiación de Tamberos de Canelones, Asociación Nacional de Productores de Leche, Asociación de Productores de Leche de San José, Asociación de Productores de Leche de Maldonado, Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza, Intergremial de Productores de Leche, Productores Lecheros de Rocha, Sociedad de Fomento Rural de La Casilla, Sociedad de Productores de Leche de Florida, Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez y Sociedad de Productores de Leche de San Ramón.
Rol estratégico del Inale
Desde su creación, el Inale ha sido un espacio de referencia técnica y de coordinación entre productores, industriales y autoridades públicas. Entre sus funciones destacan la generación de información estadística confiable, el análisis de mercados internos y externos, la proyección de precios y el apoyo a programas de desarrollo sectorial. Además, cumple un papel clave en la relación de Uruguay con los mercados internacionales, al brindar datos e informes que respaldan la competitividad de la cadena láctea.
Las gremiales consideran que debilitar o eliminar el Inale implicaría retroceder en términos de transparencia, planificación y sostenibilidad del sector. En un contexto en el que la lechería uruguaya busca sostener su inserción en mercados exigentes como China, Brasil y la Unión Europea, la falta de información y articulación institucional se percibe como un riesgo significativo.
El sector lechero representa uno de los pilares agroindustriales del país, con fuerte presencia en las exportaciones y en el empleo rural. La producción de leche supera los 2.000 millones de litros anuales, con una amplia base de pequeños y medianos tamberos que dependen de políticas estables y de servicios técnicos especializados.
Sin embargo, el sector enfrenta desafíos vinculados a la volatilidad de precios internacionales, el aumento de costos de insumos y la necesidad de adaptarse a nuevas exigencias ambientales. En este escenario, las gremiales insisten en que el rol del Inale es insustituible como garante de políticas públicas y como facilitador del diálogo entre los distintos eslabones de la cadena.
Las asociaciones exhortan al Poder Ejecutivo y al Parlamento a revisar las partidas presupuestales y asegurar una fuente de financiamiento sostenible para el Inale. A su entender, no se trata de una demanda sectorial aislada, sino de una política de Estado que asegura la competitividad de un rubro clave para la economía uruguaya.
El reclamo deja en evidencia la preocupación de los productores: sin un apoyo financiero adecuado, el Inale corre el riesgo de interrumpir su labor técnica en 2026, debilitando la estructura institucional de una de las principales cadenas agroexportadoras del país.