Uruguay bajo cero: el invierno se intensifica con un nuevo pulso de aire polar
Las heladas volvieron a sentirse con fuerza en gran parte del país, generando impactos en cultivos, ganadería y logística rural en plena campaña de invierno.
El invierno llegó con toda su crudeza a Uruguay, donde un nuevo pulso de aire polar generó temperaturas bajo cero en gran parte del territorio, intensificando las heladas y dejando su huella en la actividad agropecuaria. Este fenómeno climático, que forma parte de un patrón de masas de aire frío provenientes del sur del continente, afectó especialmente las zonas rurales del interior, con registros térmicos que descendieron por debajo de los -2 °C en algunas localidades.
Productores agrícolas y ganaderos advierten que las heladas severas complican la situación de los cultivos de invierno, principalmente trigo y cebada, en fase de desarrollo vegetativo. La baja temperatura puede provocar daños en las hojas, ralentizar el crecimiento y favorecer enfermedades, lo que implica un desafío adicional en un contexto de costos elevados y mercados internacionales inestables.
Por su parte, los ganaderos deben redoblar cuidados para mitigar el estrés térmico en el rodeo, garantizando suficiente disponibilidad de alimento y agua sin congelamiento, además de resguardar a terneros y animales más vulnerables. Las asociaciones rurales señalan que las heladas extremas generan mayores necesidades de suplementación, incrementando los costos de la producción pecuaria y afectando los márgenes de rentabilidad.
Los servicios meteorológicos pronosticaron que las bajas temperaturas se mantendrán al menos hasta la próxima semana, con probabilidad de nuevos descensos en la madrugada. Asimismo, alertaron sobre la formación de escarcha y la posibilidad de heladas negras, fenómenos que pueden ser aún más dañinos para la agricultura y la infraestructura vial, por la acumulación de hielo en rutas y caminos rurales.
En este escenario, especialistas recomiendan a los productores monitorear de cerca la evolución del clima y reforzar medidas preventivas. Entre ellas, destacan la utilización de coberturas vegetales, la gestión de refugios para animales y el ajuste de calendarios de siembra y fertilización para reducir impactos negativos.
A nivel logístico, las heladas han ralentizado el transporte de insumos y cosechas, generando demoras en la llegada de camiones y complicaciones en el tránsito de maquinaria pesada en zonas rurales. También se reportaron problemas en el suministro de agua potable en algunas comunidades, debido al congelamiento de cañerías.
El gobierno, a través del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, instó a mantener la coordinación con técnicos y servicios de emergencia para asistir a los productores más afectados y garantizar el abastecimiento de alimentos básicos. En varias intendencias se activaron protocolos de ayuda a personas en situación de vulnerabilidad, sobre todo adultos mayores y población rural aislada, para mitigar el impacto del frío extremo.
El invierno uruguayo muestra su faceta más dura, recordando la importancia de estar preparados frente a eventos meteorológicos adversos que pueden comprometer la estabilidad del agro y el bienestar de la población rural. Los expertos insisten en que la variabilidad climática se ha vuelto más intensa en los últimos años, por lo que la adaptación y la planificación anticipada son fundamentales para reducir riesgos y sostener la producción.