El esperado fin de semana largo de Semana Santa en Argentina llegará con condiciones meteorológicas bien marcadas: primero, la presencia de lluvias y tormentas en amplias zonas del país; luego, un cambio de aire que traerá estabilidad y un marcado descenso de temperaturas.

Tormentas para comenzar el feriado

Durante el jueves y el viernes, se prevé tiempo inestable en la región central del país, con lluvias y tormentas que afectarán a provincias como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires. La humedad y nubosidad serán protagonistas, y el mal tiempo se extenderá hacia el NOA y NEA, abarcando Formosa, el norte de Chaco y Misiones, influenciado por sistemas activos sobre Paraguay y el sur de Brasil.

Mejoras desde el sábado, pero con frío

A partir del sábado, las condiciones mejorarán en gran parte del país. El sistema de inestabilidad se retirará, dando paso a un aire más frío y seco. Sin embargo, podrían registrarse chaparrones aislados en la costa sur de Buenos Aires. El resto del territorio nacional disfrutará de mayor estabilidad y cielos variables.

Un domingo de Pascua fresco y tranquilo

El domingo cerrará el feriado con tiempo mayormente estable. Solo se prevén algunas precipitaciones débiles en Jujuy, Salta y Tucumán. Predominará la nubosidad, con baja actividad de lluvias. Las temperaturas se mantendrán dentro de los rangos normales para abril, aunque el aire frío y seco continuará presente.

El frío se hace sentir: entre 5 ºC y 8 ºC en el sur

Desde el sábado por la mañana se notará un fuerte descenso térmico, especialmente en el sur bonaerense, con mínimas entre 7 ºC y 8 ºC. Para el domingo, los registros podrían bajar aún más, oscilando entre los 5 ºC y 7 ºC. Una recuperación más clara se espera recién a partir del martes siguiente, con la rotación del viento al norte.

Impacto en el agro: cosechas en pausa

Este panorama no es el más favorable para el campo. Las constantes lluvias y la alta humedad vienen generando demoras en las labores agrícolas. En particular, la cosecha de soja se encuentra comprometida, con riesgos de pérdida de rendimiento y calidad si las condiciones no mejoran pronto.

En resumen, Semana Santa 2025 en Argentina combinará inestabilidad inicial y condiciones más secas pero frías en su tramo final. Una dualidad que impacta tanto en quienes planean descansar como en quienes dependen del clima para producir.