Tormenta de Santa Rosa: lluvias récord que reconfiguran la campaña agrícola y ponen en peligro al trigo
La tormenta de Santa Rosa dejó lluvias récord en la zona núcleo: alivio en áreas secas, pero serias complicaciones para el trigo y el maíz temprano.
Las lluvias asociadas a la tormenta de Santa Rosa dejaron un saldo histórico en el centro y norte del país. Según la Secretaría de Agricultura y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), agosto de 2025 cerró con registros de precipitación inéditos que modificaron por completo la dinámica productiva. Lo que en algunas regiones se vivió como un alivio tras meses de sequía, en otras significó el inicio de una etapa de exceso hídrico, lotes anegados y caminos rurales intransitables.
En varias localidades de la región pampeana se midieron acumulados que duplicaron y hasta triplicaron los promedios históricos. En Venado Tuerto se registraron 199 mm, cuando el máximo previo para un agosto había sido de 101 mm en 2015. En Los Toldos, Buenos Aires, el mes cerró con 270 mm, frente al récord de 131 mm de 2001. Y en Marcos Juárez, en el sudeste cordobés, cayeron 196 mm, contra los 117 mm de agosto de 2012. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó que en María Teresa se acumularon 260 mm, en Bell Ville 240 mm y en Monte Buey 200 mm. La situación fue tal que, según el reporte de la entidad, "los suelos quedaron saturados en toda la región núcleo y los caminos rurales presentan serias dificultades de tránsito".
El mapa del INTA muestra los acumulados de lluvia que dejó la tormenta de Santa Rosa, con registros que marcaron un antes y un después en varias zonas productivas del país.
Hasta mediados de agosto, el trigo mostraba un estado favorable en la mayoría de los lotes, pero el temporal cambió las perspectivas. El exceso de agua en zonas bajas, sumado al riesgo de enfermedades fúngicas y a la pérdida de nutrientes ya fertilizados, plantea un escenario complejo para el cereal, que es clave en la canasta exportadora argentina. La BCR advirtió que será necesario un período de varios días sin lluvias para poder evaluar el drenaje y retomar las tareas de campo, algo incierto en un septiembre que resulta decisivo para la evolución del cultivo.
Precipitaciones registradas durante la tormenta de Santa Rosa
Ciudad | Fuente | Precipitación (mm) |
---|---|---|
Marcos Juárez | INTA EMA | 203.8 |
Marcos Juárez | SMN | 155.0 |
Venado Tuerto | SMN | 129.0 |
Lincoln | INTA EMA | 108.4 |
Sauce Viejo | SMN | 101.0 |
Alfonso | INTA EMA | 97.5 |
Rosario | SMN | 97.0 |
Ferre | INTA EMA | 95.7 |
Laboulaye | SMN | 92.0 |
Paraná | SMN | 81.0 |
Córdoba | SMN | 79.5 |
Bolívar | SMN | 78.0 |
Río Tala | INTA EMA | 76.8 |
Trenque Lauquen | SMN | 75.0 |
San Martín (Mendoza) | SMN | 75.0 |
Córdoba Obs. | SMN | 74.0 |
San Rafael | SMN | 74.0 |
Malargüe | SMN | 73.0 |
Pilar | SMN | 72.0 |
Junín | SMN | 69.0 |
Villa Reynolds | SMN | 69.0 |
Las Flores | SMN | 67.2 |
Nueve de Julio | SMN | 63.0 |
Pehuajó | SMN | 60.0 |
El maíz temprano tampoco quedó al margen de las complicaciones. Muchos lotes ya estaban preparados y fertilizados cuando llegó la tormenta, lo que derivó en un lavado de nutrientes y en la imposibilidad de entrar con maquinaria debido al estado de los suelos. Los analistas prevén que parte de esa superficie podría volcarse a maíz tardío, con consecuencias directas sobre la productividad y la planificación comercial.
La magnitud de las lluvias dejó contrastes en la geografía agrícola. En el centro de Córdoba, que venía arrastrando un déficit hídrico severo, el temporal permitió recuperar reservas de humedad y los lotes pasaron de condiciones deficitarias a niveles adecuados e incluso óptimos. Algo similar ocurrió en zonas del sudoeste bonaerense y del norte de La Pampa, que encontraron en este exceso una oportunidad para recomponer perfiles de suelo. En cambio, en la pampa deprimida bonaerense, los excesos fueron tan marcados que los productores advierten que se necesitarán al menos diez días consecutivos sin lluvias para empezar a ver mejoras.
El impacto productivo tiene un correlato comercial que no puede pasarse por alto. El trigo es un cultivo estratégico en el comercio regional y, mientras Uruguay y Paraguay consolidan su presencia en mercados externos, la Argentina enfrenta este retroceso productivo sumado a problemas internos como las retenciones y la brecha cambiaria, factores que afectan la rentabilidad y la capacidad de respuesta frente a los vecinos. En el caso del maíz, los retrasos de siembra limitan la competitividad frente a Brasil, que avanza con un esquema de producción intensiva, volúmenes crecientes y una logística que se muestra mucho más eficiente.]
El SMN anticipa una mejora en las condiciones meteorológicas para los próximos días, con la entrada de aire más frío y seco que podría dar un respiro a las zonas más castigadas. Sin embargo, la saturación de los suelos plantea un límite estructural: la falta de infraestructura de drenaje y de caminos rurales en condiciones vuelve a poner sobre la mesa un tema recurrente para la competitividad del agro argentino.
En términos más amplios, la tormenta de Santa Rosa no solo dejó lluvias extraordinarias y récords históricos, sino que también expuso la vulnerabilidad estructural del sistema productivo argentino frente a los extremos climáticos. El desafío inmediato es recuperar la operatividad de los campos, pero el trasfondo de esta situación apunta a una necesidad más profunda: entender cómo la Argentina puede mantener su lugar en el tablero regional y global cuando el clima y las propias políticas internas se convierten en obstáculos para aprovechar su potencial agroexportador.