Clima

Tormentas y frío en puerta: el campo argentino entre excesos hídricos e incertidumbre climática

Tras un leve alivio en la región triguera, el ingreso de un frente frío desde el 19 de septiembre traerá lluvias, tormentas y un brusco descenso térmico.

El clima vuelve a condicionar al agro argentino en un momento decisivo para la campaña. Luego de semanas marcadas por excesos hídricos en la región triguera, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) confirmó un retroceso parcial de las áreas anegadas. Sin embargo, el alivio podría durar poco: los pronósticos anticipan que, a partir del 19 de septiembre, el ingreso de un frente frío provocará tormentas generalizadas, precipitaciones abundantes y un fuerte descenso de las temperaturas.

En los últimos días, la situación mostró cierta mejoría en la zona núcleo, donde las lluvias fueron más moderadas (18 mm en Venado Tuerto y 17 mm en Junín). Esa diferencia permitió un mejor drenaje en campos con suelos de buena estructura, reduciendo parcialmente las áreas bajo agua. En el sudeste bonaerense, otro polo triguero, se observa un leve desecamiento con perfiles aún cargados de humedad, un escenario esperable al cierre del invierno.

Pronóstico de precipitaciones acumuladas hasta el próximo domingo según el modelo ECMWF

Pronóstico de precipitaciones acumuladas hasta el próximo domingo según el modelo ECMWF

Aun así, la realidad sigue siendo crítica. Según la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), en la provincia de Buenos Aires ya hay más de dos millones de hectáreas bajo agua y un total de tres millones comprometidas. Esta afectación no solo impacta sobre el trigo, sino que también genera incertidumbre respecto de la logística, los costos y la proyección exportadora en un contexto donde el Gobierno espera mayor recaudación por retenciones.

La preocupación aumenta porque, mientras Buenos Aires enfrenta saturación hídrica, en otras zonas la falta de lluvias y las altas temperaturas empiezan a dejar huella. En La Pampa, Tucumán, el oeste de Córdoba y Santiago del Estero, las máximas superaron los 30 °C en los últimos días, con ausencia de precipitaciones, generando un incipiente déficit hídrico. El contraste es claro: exceso de agua en el este y carencia en el oeste y el norte.

dos millones de hectáreas bajo agua y un total de tres millones comprometidas

dos millones de hectáreas bajo agua y un total de tres millones comprometidas

El pronóstico para los próximos días confirma que el patrón climático cambiará de manera abrupta. Hasta el 19, la circulación del norte seguirá inyectando aire cálido y húmedo, sosteniendo un ambiente primaveral, con tormentas aisladas de corta duración y acumulados modestos. Pero el arribo del frente frío desde la Patagonia hacia la región pampeana será un punto de inflexión.

Los modelos climáticos coinciden en que habrá tormentas organizadas de variada intensidad, con acumulados significativos que podrían superar ampliamente la capacidad de absorción de los suelos en sectores ya saturados, sobre todo en la cuenca del Salado. Allí, el riesgo de anegamientos e inundaciones vuelve a estar sobre la mesa, lo que comprometería aún más la campaña triguera.

Desvío de temperaturas esperado para el próximo sábado según el modelo ECMWF.

Desvío de temperaturas esperado para el próximo sábado según el modelo ECMWF.

Además, se espera que las tormentas lleguen acompañadas de ráfagas intensas y actividad eléctrica, lo que podría generar daños puntuales en infraestructura y aumentar los riesgos productivos. Una vez pasado el frente, el cambio será rotundo: los vientos rotarán al sur y el descenso térmico será marcado. En provincias como Buenos Aires, La Pampa y San Luis, se prevén temperaturas mínimas que podrían derivar en heladas tardías, un golpe extra para los cultivos de invierno y la implantación de los de verano.

Este panorama de clima extremo y contrastante obliga a los productores a ajustar las decisiones en tiempo real. El trigo, que aún se encuentra en etapas clave de desarrollo, necesita reservas hídricas equilibradas: el exceso frena el crecimiento y puede favorecer enfermedades, mientras que el déficit temprano reduce el potencial de rinde. En paralelo, la siembra de maíz y soja, que comenzará en breve, podría arrancar bajo condiciones de incertidumbre, con suelos encharcados en algunos sectores y secos en otros.

9 de Julio Inundaciones

9 de Julio Inundaciones

La volatilidad del clima no es una novedad, pero sí preocupa la frecuencia e intensidad de los eventos. En menos de un mes, el agro pasó de hablar de inundaciones en Buenos Aires a la amenaza de sequía en el NOA. Ahora, con las tormentas anunciadas y el frío en camino, la campaña 2025/26 se perfila como un desafío mayor para la producción, la logística y la planificación comercial.

En definitiva, la foto es clara: más de dos millones de hectáreas comprometidas, pronósticos de tormentas en las próximas jornadas y riesgo de heladas posteriores. El agro argentino, una vez más, se encuentra en la cuerda floja, con un clima que no da tregua y decisiones que deberán tomarse día a día para sostener la producción en medio de la incertidumbre.

Agrolatam.com
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