Acuerdo parcial EE.UU.-Reino Unido: ventajas para autos y aeroespacial, pero acero sin resolver
Un giro diplomático en el G7: EE.UU. y Reino Unido sellan un acuerdo comercial que reduce aranceles a autos y productos aeroespaciales, generando alivio en ambos mercados, aunque el acero y aluminio quedan pendientes, manteniendo la expectación sobre el siguiente paso.
Un avance inesperado se dio en la cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, donde el presidente de EE.UU. Donald Trump y el primer ministro británico Keir Starmer anunciaron un acuerdo comercial parcial, que prioriza los sectores automotriz y aeroespacial, mientras deja sin resolver los controversiales aranceles al acero y aluminio.
El acuerdo permitirá que hasta 100.000 vehículos británicos por año ingresen a EE.UU. con un arancel reducido del 10%, bajando significativamente desde el 25% habitual. Además, los productos aeroespaciales del Reino Unido, como componentes y aeronaves, estarán exentos de aranceles, beneficiando a fabricantes como Rolls-Royce.
Sin embargo, el capítulo más delicado quedó en pausa: el acero y el aluminio. EE.UU. no ha tomado una decisión definitiva y propuso un sistema de cuotas de importación como solución interina. De no alcanzarse un acuerdo antes del 9 de julio, Reino Unido podría enfrentar aranceles de hasta el 50%.
El pacto también incorpora elementos del sector agrícola, permitiendo el comercio bilateral de 13.000 toneladas métricas de carne de res e intenciones de mejorar el acceso al mercado del etanol, aunque aún faltan definiciones regulatorias.
Tanto Trump como Starmer calificaron el acuerdo como un logro "mutuamente beneficioso". El presidente estadounidense elogió la relación con Reino Unido, mientras que el primer ministro británico afirmó que se trata de un día de fortaleza para ambos países.
Aún quedan fuera del acuerdo los sectores de farmacéuticos y comercio digital, que requerirán nuevas rondas de negociación. Mientras tanto, los beneficios en automotriz y aeroespacial entrarán en vigor en los próximos días, dejando en suspenso el futuro de los metales y subrayando la tensión comercial global.