Ganadería

Faena alta, stock en riesgo: el delicado equilibrio de la ganadería argentina

El año podría cerrar con cifras récord en producción de carne, pero el ritmo de extracción amenaza la recomposición del rodeo.

La segunda mitad del año encuentra a la ganadería argentina en un punto de inflexión. Los primeros siete meses registraron una faena de 7,85 millones de cabezas, apenas por encima del mismo período de 2024. Si la tendencia se mantiene, el ciclo podría cerrar cerca de los 14 millones de animales faenados, generando unas 3,2 millones de toneladas de carne.

Pero detrás de esta aparente bonanza productiva se esconde un riesgo: sería el tercer año consecutivo por encima del nivel de equilibrio, con un impacto directo en el stock nacional.

El año pasado, con 13,9 millones de cabezas faenadas y una producción de terneros que apenas alcanzó para reponer 14,6 millones -descontando la mortandad natural-, se perdió más de un millón de animales del rodeo.
Evitar que la historia se repita exige mejorar la relación ternero/vaca del 65% a más del 70%, un desafío que la ganadería argentina no logra superar desde hace años.

Más peso, más carne... pero menos vientres

En producción, el dato alentador llega por el lado de los novillos: entre enero y julio, su faena creció 12% interanual, aportando entre 45 y 50 kilos más por res que los novillitos. El peso promedio de faena se ubica en 287 kilos para novillos y 239 para novillitos, con mejoras en todas las categorías gracias a mejores condiciones de recría y engorde pastoril.
Este año, el 77% de los terneros fue a recría a campo, revirtiendo parcialmente la caída de los últimos dos años por la sequía. Sin embargo, el feedlot sigue aportando más de un tercio de la oferta final, asegurando animales bien terminados para el mercado.

El problema persiste en la extracción de hembras jóvenes: la faena de vaquillonas creció 6% este año, sumando un 10% acumulado en los últimos tres, lo que representa unos 800.000 vientres menos en el stock. La moderación en esta categoría es clave para evitar que la oferta futura de carne se vea comprometida.

El desafío del equilibrio

El sector enfrenta una ecuación compleja: sostener la oferta de carne para el consumo interno y la exportación, sin seguir erosionando la base productiva. La clave estará en producir más terneros y más kilos por animal, y hacerlo con un manejo reproductivo y de engorde que permita cerrar el año sin hipotecar el futuro de la ganadería.

Agrolatam.com
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