Ganadería argentina: márgenes en alza desde la cría hasta el engorde
Un informe oficial revela que la ganadería atraviesa uno de los mejores momentos de los últimos años, con márgenes muy por encima de los promedios históricos. El desafío será sostener esta rentabilidad en un escenario económico inestable.
El último informe de Resultados Económicos Ganaderos elaborado por la Dirección de Análisis Pecuario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyPA) confirma que la ganadería argentina vive un presente excepcional. Al analizar en moneda constante los modelos más representativos de cada actividad, prácticamente todos los planteos muestran márgenes brutos muy superiores al promedio de la serie histórica, que se remonta a 2011.
En el caso de la cría, el modelo de una explotación de 450 hectáreas en la Cuenca del Salado, con una carga de 0,58 vientres por hectárea y un destete del 72%, registra en agosto de 2025 un margen bruto de $236.961 por hectárea, es decir, un 20% más que el promedio histórico y 32% superior al año pasado. La tendencia se repite en un planteo de ciclo completo en el centro-sur de Córdoba, donde los márgenes alcanzan los $219.582 por hectárea, lo que significa un 17% por encima de la media de la serie y un 45% más alto que en 2024.
En la invernada, los números también resultan positivos. El modelo de alta producción desarrollado para el sur de Córdoba y norte de La Pampa marca un margen bruto de $382.937 por hectárea, valores que, si bien se ubican apenas por encima del promedio histórico, muestran un crecimiento interanual del 24%.
El panorama es todavía más favorable en los sistemas de engorde intensivo. Según el mismo informe, los feedlots muestran un margen bruto estimado de $16.376 por cabeza terminada, lo que equivale a cuatro veces el promedio de la serie histórica. En paralelo, el sistema de recría más terminación a corral arroja márgenes de $41.579 por cabeza, en contraste con las pérdidas superiores a $14.000 que marcan los promedios históricos.
Estos resultados económicos no quedan en lo teórico, sino que se reflejan directamente en el movimiento de la hacienda. En el caso de la cría, durante años de buenos márgenes la zafra de terneros tiende a acelerarse. Tal es el caso de 2025, donde entre enero y agosto la salida de terneros de los campos representa el 55% del stock inicial, la cifra más alta de toda la serie.
Del mismo modo, el nivel de encierre en los feedlots responde de manera directa a la mejora en los márgenes. Este año, a pesar de que el resultado se vuelve negativo si se consideran los costos financieros, hasta agosto los corrales vivieron uno de los períodos más saludables de la última década, lo que se reflejó en una mayor participación de los animales terminados a corral en la faena total. Además, se consolida una tendencia que combina más recría a campo con terminación a corral, lo que permite producir animales más pesados. Los datos disponibles hasta agosto confirman un leve repunte en los pesos medios de faena, que se acercan a los máximos de 2022, con 250 kilos en promedio para los machos y 211 kilos para las hembras.
Ahora bien, el informe también advierte que este buen momento convive con un escenario macroeconómico complejo. Los altos costos financieros, la elevada volatilidad cambiaria y la caída reciente del tipo de cambio representan riesgos concretos para los sistemas de producción más largos, sobre todo aquellos orientados a la exportación.
Un aspecto central en este análisis es la relación de precios entre el novillo pesado y el liviano. Históricamente, el novillito liviano de 400 kilos se pagaba mejor, pero esa tendencia comenzó a revertirse en 2024. En el último año, el precio del novillo pesado en el Mercado Agroganadero (MAG) creció un 63% interanual, mientras que el novillito liviano lo hizo en un 53%. Hoy, la diferencia favorece al pesado, lo que constituye un incentivo para agregar kilos en los planteos de recría y engorde, aunque con la incertidumbre que plantean los costos financieros y la inestabilidad del mercado.
En resumen, los números muestran que la ganadería argentina atraviesa uno de los períodos más rentables de la última década, con márgenes positivos en todas las etapas de producción: cría, invernada, recría y engorde. Sin embargo, los desafíos de fondo siguen siendo los mismos: cómo sostener la rentabilidad en un contexto económico volátil y con un costo de financiamiento cada vez más alto.
"Se trata de un contexto que, de no revertirse prontamente, podría opacar el buen momento que la ganadería viene registrando, no solo a nivel local, sino especialmente de cara al escenario global", advierte el informe de la SAGyPA.
Lo cierto es que la foto de 2025 muestra una actividad ganadera robusta, con márgenes firmes y señales de mayor eficiencia productiva. La gran incógnita es si el sector podrá consolidar esta coyuntura en el tiempo o si se trata de un respiro coyuntural antes de enfrentar nuevamente las tensiones estructurales que marcan a fuego al agro argentino.