Ganadería

Guerra comercial en la carne: Argentina al acecho

Estados Unidos lanza un nuevo paquete de aranceles que golpea con dureza a Brasil y abre una potencial ventana para la carne argentina.

Estados Unidos lanza un nuevo paquete de aranceles que golpea con dureza a Brasil y abre una potencial ventana para la carne argentina. El desafío: ocupar el espacio sin perder terreno frente a gigantes como Australia y Nueva Zelanda.

Justo cuando el escenario internacional parecía estabilizarse, Estados Unidos reactivó la guerra comercial con un nuevo paquete de aranceles que afecta directamente a varios socios estratégicos, entre ellos, Brasil, el mayor exportador de carne vacuna del planeta.

La decisión del gobierno de Donald Trump impone un arancel adicional del 50% sobre la carne brasileña, lo que eleva la carga total a un inviable 76,4%, dejando al gigante sudamericano prácticamente fuera del mercado norteamericano. El golpe no es menor: sólo en el primer semestre del año, Brasil le vendió a EE.UU. unas 156 mil toneladas, valuadas en 791 millones de dólares, el 12% de su total exportado.

Este endurecimiento comercial no solo tensiona el vínculo entre dos potencias, sino que reordena el tablero global del comercio de carnes. Y ahí aparece Argentina, expectante frente a una oportunidad que, aunque limitada, puede significar una mejora en el valor promedio de sus exportaciones.

Hoy, los cortes que ingresan bajo cuota al mercado estadounidense cotizan cerca de USD 10.400 la tonelada, mientras que los sets destinados a China rondan entre USD 5.000 y 6.000. La posibilidad de acceder con mayor volumen al mercado estadounidense -incluso sin arancel cero- podría compensar con margen lo que se pierde en volumen.

Desde Washington, trascienden versiones sobre un posible acuerdo bilateral con Argentina, que incluiría arancel cero para el 80% de los productos exportables -incluida la carne vacuna-, con excepción de sectores como el acero y el aluminio. También se estudia una ampliación del cupo actual de 20.000 toneladas con arancel cero.

Sin embargo, el desafío no es sencillo. Ante su posible exclusión de Estados Unidos, Brasil buscará reubicar sus excedentes en otros destinos, principalmente en China, donde ya abastece el 46% del volumen importado, contra el 16% de participación argentina. Esta competencia directa puede presionar aún más los precios en el mercado asiático y condicionar la rentabilidad argentina.

En ese contexto, Argentina debe redoblar esfuerzos diplomáticos y comerciales para capturar parte del espacio que podría liberar Brasil en Norteamérica. Y a la vez, avanzar en la diversificación de destinos para no depender exclusivamente de China, donde aún está pendiente una investigación por posibles salvaguardas.

La coyuntura ofrece una ventana. Pero no basta con que se abra: hay que estar listos para atravesarla. En un año de oferta más ajustada, cada tonelada exportada cuenta, y el reacomodamiento del mercado puede ser, si se juega bien, la mejor carta para reposicionar al país como proveedor premium de carne vacuna.

Agrolatam.com
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