Influenza Aviar: Nuevas estrategias del Senasa para blindar al sector avícola argentino
Frente al riesgo persistente de la gripe aviar, el Senasa implementó un nuevo programa de vigilancia epidemiológica activa y pasiva en aves de corral y silvestres. Las resoluciones buscan evitar nuevos brotes que pongan en jaque la sanidad animal y las exportaciones avícolas, incorporando al sector privado en la estrategia sanitaria nacional.
La influenza aviar, también conocida como gripe aviar, representa una seria amenaza para la sanidad animal, la seguridad alimentaria y la economía agroexportadora del país. Tras el brote registrado en 2023 que afectó a la producción y complicó las exportaciones, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) lanzó recientemente un programa integral de vigilancia para prevenir su propagación.
Con la publicación de las resoluciones 465/2025 y 466/2025, el organismo oficial busca robustecer la prevención y contención de la Influenza Aviar (IA), especialmente de los subtipos H5 y H7, y también de la Enfermedad de Newcastle. Este nuevo marco normativo tiene como eje central la implementación de un sistema de monitoreo epidemiológico tanto activo como pasivo en aves de corral, de raza y silvestres.
Un plan nacional con participación privada
Una de las novedades del plan es la incorporación formal del sector privado en las tareas de vigilancia, lo que refuerza el concepto de corresponsabilidad sanitaria y mejora la trazabilidad del sistema productivo. La Comisión Nacional de Sanidad y Bienestar de las Aves (CONASA) también participó en la elaboración del esquema, dotando a la iniciativa de un respaldo técnico y multisectorial.
La vigilancia activa se realizará mediante inspecciones periódicas y toma de muestras en granjas, feedlots avícolas y otros establecimientos, mientras que la vigilancia pasiva se basará en la notificación temprana de casos sospechosos. Esta estructura permitirá una detección más rápida de posibles brotes y una acción sanitaria más eficiente.
Contingencia y actualización normativa
La Resolución 466/2025 establece un plan de contingencia que debe activarse ante cualquier sospecha o brote confirmado de IA H5/H7. Las medidas contemplan la cuarentena del establecimiento afectado, sacrificio sanitario si es necesario, desinfección, y restricciones de movimiento, entre otras acciones.
Senasa enfatizó que, ante el contexto epidemiológico internacional y la experiencia reciente en el país, es imprescindible sostener y fortalecer las acciones de prevención, detección temprana y contención para evitar la diseminación de la enfermedad.
Impacto en la producción y exportación
La sanidad aviar es clave para el desarrollo sustentable del agronegocio argentino. Un brote de influenza aviar no solo genera pérdidas directas por mortandad o sacrificios, sino que también puede cerrar mercados internacionales por meses, afectando la rentabilidad y la logística del sector.
En 2023, Argentina tuvo que suspender momentáneamente las exportaciones avícolas a varios destinos clave, lo que evidenció la necesidad de protocolos sólidos y una respuesta coordinada. Este nuevo programa de vigilancia busca evitar que se repita ese escenario, protegiendo la cadena de valor y asegurando la competitividad internacional.
La actualización normativa y la vigilancia epidemiológica representan un paso clave hacia una sanidad animal robusta, un campo tecnificado y una producción avícola resiliente. El compromiso del Senasa y la participación activa del sector privado serán decisivos para preservar la salud de las aves y la posición de Argentina como proveedor confiable de alimentos al mundo.