La operación fue comunicada a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y representa un salto estratégico para la compañía que ya concentra más de 90.000 hectáreas, 70.000 cabezas de ganado, una planta industrial y 800 colaboradores en el norte argentino. El objetivo, según explicaron, es aumentar la producción de terneros y granos para asegurar el abastecimiento interno de su cadena productiva, que termina en cortes envasados al vacío bajo las marcas Cabaña Juramento y Bermejo.

El CEO, Rafael Aguilar, remarcó que el campo adquirido "permitirá un esquema silvopastoril de rotación intensiva, fortaleciendo la sustentabilidad a largo plazo y potenciando la capacidad productiva". Además, recordó que esta compra se suma a los US$15 millones invertidos en el frigorífico de la firma, destinados a ampliar la capacidad de envasado al vacío, una tecnología que extiende la vida útil de la carne y mejora su terneza y sabor.

Juramento se presenta como la principal empresa agroganadera del NOA y apunta a consolidar un modelo que integre genética bovina, cría, recría, terminación a corral y procesamiento industrial en un único sistema bajo estándares de trazabilidad. La compañía destaca sus rodeos de Brangus y Braford, controlados en su propia cabaña, como origen de la calidad diferencial que busca posicionar en góndolas locales y en el mundo.

Con esta expansión, la firma proyecta aumentar sus exportaciones a mercados de alto valor, incluyendo China, Estados Unidos y consumidores kosher, mientras refuerza su papel en la transformación productiva del norte argentino.

"En estas tierras estuvieron los pioneros de la actividad en la región. Hoy, con esta inversión, buscamos profundizar ese legado y generar más desarrollo para la comunidad", sostuvo Aguilar en el comunicado oficial.

La jugada consolida a Juramento como un jugador clave en la producción de carne premium de Argentina, en un contexto donde la competitividad regional con Brasil y Uruguay exige más integración, innovación y agregado de valor.