Las exportaciones de maquinaria brasileña hacia la Argentina crecieron 82,2% entre enero y agosto de 2025, según la Asociación Brasileña de la Industria de Máquinas y Equipos (ABIMAQ). El salto convierte a nuestro país en el principal destino regional de los equipos fabricados en Brasil, en un contexto donde la economía argentina empieza a mostrar signos de apertura y renovación del parque de maquinaria agrícola e industrial.

El fenómeno ocurre mientras el comercio internacional atraviesa una etapa de reacomodamiento por la guerra arancelaria global, que llevó a Brasil a buscar nuevos mercados ante la menor demanda desde Estados Unidos. De hecho, las ventas brasileñas hacia Norteamérica cayeron 9% en lo que va del año, mientras que aumentaron 11,6% hacia Europa y 17,2% hacia Sudamérica. Dentro de la región, Argentina lideró el incremento, con un salto interanual del 47,2% en las exportaciones totales brasileñas.

Los datos de ABIMAQ muestran que la maquinaria agrícola fue el segmento más dinámico, con un crecimiento del 82,8%, seguida por los equipos para la construcción, que avanzaron 80,1%. Este repunte refleja tanto la recuperación de la inversión en el agro argentino, favorecida por mejores precios internacionales, como la necesidad de modernizar maquinaria tras años de rezago tecnológico.

En paralelo, Brasil también fortaleció su posición como comprador, con importaciones por 21.100 millones de dólares en maquinaria durante los primeros ocho meses del año. China fue su principal proveedor, con el 32% de los envíos, lo que muestra cómo el gigante asiático mantiene su dominio en el mercado industrial brasileño.

El intercambio con Argentina, sin embargo, se consolida como un pilar estratégico del Mercosur, permitiendo sostener un flujo comercial regional en medio de las tensiones globales. Para la Argentina, el desafío no es menor: aprovechar este contexto favorable no sólo como destino de las exportaciones brasileñas, sino también como productor de tecnología y maquinaria con valor agregado, capaz de competir en el mercado regional con identidad propia.

En definitiva, el salto del 83% en las exportaciones brasileñas hacia nuestro país marca un punto de inflexión en la relación bilateral. Refleja tanto la oportunidad de una mayor integración industrial sudamericana como la necesidad de que la Argentina consolide políticas estables que le permitan pasar de comprador a protagonista en la cadena agroindustrial regional.