La estrategia de internacionalización de la compañía china Lovol pisa fuerte en el corazón del agronegocio europeo. En una movida audaz, la empresa comenzó las pruebas a campo en Polonia con sus cosechadoras Aupax, abriendo una nueva etapa en su ambición de disputar un espacio en el exigente y consolidado mercado del Viejo Continente.

Las evaluaciones se realizan a través del concesionario local Korbanenk, y representan el primer paso concreto de Lovol para introducir sus cosechadoras en Europa, tras haber ganado reconocimiento con sus tractores en Asia y otros mercados emergentes.

Los ensayos comprenden dos modelos: la GM100, una cosechadora axial, y la GV100, de sistema convencional. Ambas máquinas incorporan motores Weichai, de origen chino, con configuración de 4 cilindros, 4.100 cc de cilindrada y una potencia de 190 CV, pensadas para garantizar eficiencia energética y buen desempeño en condiciones variadas.

La GM100 cuenta con un rotor axial de 600×3.125 mm, mientras que la GV100 opera con un cilindro transversal de 600 mm de diámetro y 1.180 mm de ancho. Ambos equipos disponen de tolvas de 6.000 litros y una plataforma de corte de 4,57 metros, características que las posicionan como opciones atractivas para productores europeos que buscan soluciones funcionales, compactas y accesibles.

Este desembarco europeo se da en un contexto donde nuevos actores globales buscan ganar protagonismo en el negocio de la maquinaria agrícola, particularmente en un segmento donde la eficiencia, la tecnología y la rentabilidad son cada vez más valoradas. Lovol apuesta fuerte con una propuesta basada en ingeniería optimizada, motores robustos y una relación costo-beneficio que podría seducir a productores de pequeñas y medianas explotaciones.

Además de Europa, Lovol viene expandiendo su influencia en otros puntos estratégicos. Egipto, por ejemplo, ha manifestado interés en su línea de tractores, mientras que Kazajstán se consolida como un nodo clave de distribución y demanda en el eje Asia Central. Con esta red en expansión, la empresa china busca consolidar su presencia global y posicionarse como un jugador relevante en la industria mundial de agromáquinas.

El avance en Polonia es apenas el inicio de una apuesta que, de consolidarse, podría alterar el mapa de la maquinaria agrícola europea. Mientras tanto, los ojos del agro internacional siguen de cerca esta avanzada asiática.