Vassalli cosechadoras: salarios impagos y sospechas de vaciamiento en Firmat
La histórica fábrica atraviesa su peor crisis: tres meses sin sueldos, planta paralizada y denuncias de un posible cierre con fines inmobiliarios. Más de 300 familias dependen de la resolución del conflicto.
La fábrica de cosechadoras Vassalli , símbolo de la maquinaria agrícola argentina , enfrenta un escenario límite en su planta de Firmat (Santa Fe) . Los trabajadores acumulan más de tres meses sin cobrar, la producción está totalmente detenida y la empresa no asiste a las audiencias convocadas por el Ministerio de Trabajo. La situación desbordó lo gremial y amenaza con convertirse en una crisis social en toda la ciudad.
El secretario general de la UOM Firmat , Diego Romero, definió el momento como "desesperante". Relató que algunos empleados recibieron órdenes de desalojo al no poder pagar alquileres, mientras otros dejaron de costear tratamientos médicos. "Hace tres meses que no cobramos, la empresa no aparece y seguimos sin respuestas", advirtió.
Para mitigar el impacto, el gremio distribuye vales de $150.000 por trabajador para compras básicas en supermercados. Más de 300 familias dependen de esta asistencia. Romero subrayó que no se trata de una solución sino de un auxiliar de emergencia. También denunció que Eduardo Marsó , actual accionista mayoritario, jamás se reunió con ellos desde que tomó el control de la compañía en 2024.
La compra de Vassalli se habría hecho con un esquema de cuotas y un pago inicial menor al 10% del monto total, estimado en unos 8 millones de dólares. Los trabajadores sospechan que Marsó no completó la operación y buscan confirmarla con los ex dueños, Esteban Eskenazi y Matías Carballo.
Vaciamiento y tensiones políticas
En Firmat crece la versión de que Marsó impulsa un vaciamiento: cerrar la planta, avanzar en un desarrollo inmobiliario en los terrenos y trasladar la marca Vassalli a Entre Ríos, donde ya tiene otras empresas metalúrgicas.
La tensión derivó en una movilización hacia la Municipalidad. El intendente Leonel Maximino recibió a los trabajadores y expresó su preocupación, aunque remarcó que es el Ministerio de Trabajo el que debe resolver el conflicto. Los empleados reclamaron un mayor compromiso político de autoridades provinciales y nacionales, recordando que son 300 familias sin ingresos en una ciudad cuya vida económica gira alrededor de la fábrica.
En lugar de respuestas, la patronal contrató a la abogada María Florencia Arietto , quien se presentó en Firmat la semana pasada. Según los operarios, lo hizo con la intención de iniciar denuncias penales contra dirigentes gremiales. La reacción fue inmediata: se negaron a dialogar con ella y remarcaron que su único reclamo es cobrar los sueldos.
Un mercado adverso
El trasfondo del conflicto se vincula con un mercado de maquinaria agrícola que atraviesa un momento complejo. Las altas tasas de interés, la competencia con equipos importados y la falta de crédito golpean a las firmas locales. Mientras John Deere, Case IH y New Holland mantienen posiciones dominantes, Vassalli quedó atrapado en un círculo de deudas, insumos escasos y salarios impagos.
La combinación de estos factores llevó a la paralización total de la producción y al incumplimiento de pedidos. En Firmat, la comunidad observa con temor que la crisis no es solo empresarial, sino que compromete al entramado social de la ciudad.
"Estamos defendiendo la fuente de trabajo y también a la ciudad. Si Vassalli se cae, Firmat se cae con ella", advirtieron los delegados gremiales al cierre de una nueva asamblea.