El clima y los aranceles pesan más que los números del USDA
El nuevo informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. ajustó producción y stocks globales de soja, maíz y trigo, pero el mercado sigue atento a los factores climáticos y a la tensión comercial con China y Brasil
El último informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), publicado este jueves, trajo ajustes en las proyecciones de producción, exportaciones y existencias finales de los principales granos a nivel global. Pero más allá de los números, el mercado parece tener la vista puesta en dos factores que no aparecen en los cuadros estadísticos: el clima y la escalada arancelaria.
Por el lado de la soja, el USDA recortó levemente la producción estadounidense 2025/26 a 117,98 millones de toneladas, y elevó sus existencias finales a 8,44 millones. La reducción en las exportaciones proyectadas, de 49,4 a 47,49 millones, refleja la incertidumbre que despiertan las medidas de la Casa Blanca, que ya tensaron la relación con China, principal compradora global.
Para Sudamérica, el reporte elevó la cosecha argentina 2024/25 a 49,9 millones de toneladas y mantuvo estable la de Brasil en 169 millones. En ambos países, los ajustes en los volúmenes de exportación muestran una región que vuelve a ganar protagonismo.
En maíz, Estados Unidos también recortó su estimación de producción a 398,93 millones de toneladas y ajustó levemente el stock final a 42,17 millones. La demanda interna bajó, mientras que las exportaciones quedaron sin cambios. En Brasil, el USDA reconoció una mejora y subió su proyección a 132 millones de toneladas, mientras que para Argentina mantuvo sin cambios su cálculo de 50 millones.
El trigo, en tanto, mostró una leve mejora en la cosecha estadounidense (52,49 millones) y una caída en las reservas finales a 24,23 millones de toneladas. Pero nuevamente, el mercado parece más pendiente de las condiciones del trigo de primavera que del juego de cifras. En el plano internacional, la proyección global de trigo fue apenas recortada, aunque se mantuvo alta en comparación con años anteriores.
Las cifras difundidas fueron en línea con lo esperado por el mercado, que ya anticipaba ciertos movimientos tras la publicación del área sembrada a fines de junio. Sin embargo, los analistas coinciden en que, por estas semanas, serán el clima en el Medio Oeste y las tensiones comerciales entre EE.UU., China y Brasil los que verdaderamente marquen el pulso de los precios en Chicago.