Mercados agrícolas: maíz récord en EE.UU., soja en suspenso por China y trigo bajo presión, ¿qué significa para Argntina?
El maíz global muestra una oferta récord, la soja espera por China y el trigo sigue en baja. En la Argentina, la industria empuja la soja mientras avanza la siembra de maíz y el trigo enfrenta desafíos.
La última semana en los mercados internacionales de granos se caracterizó por escasas novedades que, sin embargo, mantuvieron la volatilidad en los precios. Tres cultivos concentran la atención global y local: maíz, soja y trigo. Mientras Estados Unidos confirma una producción récord de maíz, la soja se mueve con la incertidumbre de la ausencia de compras chinas, y el trigo no logra salir de su tendencia bajista.
De acuerdo con el análisis de Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, la situación actual refleja un mercado en tensión entre abundancia y dudas de demanda.
En el plano internacional, el maíz estadounidense muestra un panorama de altos rindes y stocks elevados. La consultora StoneX elevó su estimación de producción a 421 millones de toneladas, mientras que el USDA mantiene su proyección en torno a las 425 millones de toneladas. A pesar de la magnitud de la oferta, el mercado encontró sostén en la demanda externa, con ventas semanales superiores a 2 millones de toneladas, el segundo mejor arranque de campaña en exportaciones de los últimos años.
En Chicago, los fondos especulativos compraron casi 2 millones de toneladas en la última semana, reduciendo parcialmente una posición neta aún vendedora. Esto refleja que, pese al volumen, los precios ya tendrían descontado el escenario bajista.
En la Argentina, la cosecha 2024/25 alcanzó el 98,5% del área con un rinde promedio de 72 qq/ha, lo que proyecta una producción de 49 millones de toneladas. Con el ciclo prácticamente cerrado, arrancó la siembra de maíz 2025/26, beneficiada por lluvias que mejoraron la humedad de los suelos, aunque también demoraron las labores. Las expectativas apuntan a una recuperación de área cercana al 10%, lo que refuerza el lugar del cereal como pieza clave en la rotación agrícola nacional.
El mercado de la soja está marcado por una paradoja: abundancia global, pero dudas sobre la demanda china. La condición de los cultivos en Estados Unidos cayó al 65% en estado bueno/excelente, 4 puntos menos que la semana anterior, aunque todavía 17 puntos por encima del promedio histórico.
StoneX recortó su proyección en 4,6 millones de toneladas, ubicándola en 115,9 millones, un número en línea con el USDA. Sin embargo, el centro de atención está en la ausencia de compras chinas, que amenaza con dejar stocks elevados en plena cosecha.
Aun así, en la última semana se registraron más de 800.000 toneladas en ventas externas hacia destinos "desconocidos", que muchas veces terminan correspondiendo a China. Los fondos especulativos, por su parte, mantienen una posición neta vendedora de 7 millones de toneladas, una cifra que bajó desde los 20 millones estimados en agosto.
En el plano local, la situación es distinta. La industria aceitera mantiene márgenes positivos, lo que impulsó un fuerte interés comprador que convalidó los $400.000 por tonelada, un precio largamente esperado por los productores. A esto se suma la competitividad del poroto FOB, que refuerza la capacidad de exportación.
El trigo continúa en una tendencia bajista. Los precios europeos tocaron un mínimo de 18 meses debido a la abundante cosecha del hemisferio norte. Además, Rusia volvió a reducir valores de exportación, reforzando la presión bajista.
En el hemisferio sur, tanto Argentina como Australia muestran condiciones favorables para la siembra, lo que añade más presión al mercado global. En nuestro país, las recientes lluvias beneficiaron a gran parte de las áreas trigueras, aunque el 27% del área sembrada enfrenta anegamientos y la aparición de enfermedades fúngicas. De todos modos, el 79% del cultivo se encuentra en condición buena o excelente, y casi el 27% ya transita la etapa de encañazón.
El tablero agrícola regional se presenta con abundancia de maíz, incertidumbre en soja y presión en trigo. Para la Argentina, el fuerte interés industrial por la oleaginosa marca una diferencia, pero al mismo tiempo el país debe aprovechar la oportunidad de recomponer área maicera y enfrentar los riesgos sanitarios en el trigo.
El desafío pasa por capitalizar las ventajas competitivas en un contexto de alta volatilidad global. La región sigue consolidándose como el granero del mundo, pero la Argentina necesita previsibilidad macroeconómica y reglas claras para sostener su lugar frente a vecinos como Brasil o Paraguay, que avanzan con políticas más estables.