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Soja 2026: la oleaginosa busca revancha frente al maíz en un escenario global bajista

La recuperación del precio de la soja y la baja de retenciones abren una ventana de oportunidad para la campaña 2026. Sin embargo, la presión del maíz estadounidense y la incertidumbre climática imponen cautela.

El precio de la soja recuperó terreno en los últimos meses, logrando una relación más favorable frente al maíz. En julio, la paridad estaba en 1,6:1, pero hoy trepó a 1,7:1, lo que refleja mayor competitividad del cultivo oleaginoso.

La medida del Gobierno de bajar de manera permanente las retenciones a los productos del complejo soja al 24,5 % también jugó un papel clave: desde julio, el precio disponible subió 27 US$/t, pasando de 270 a 297 US$/t.

El contraste con la campaña pasada es fuerte. La sequía de 2025 redujo en un 30 % los rindes de la soja de primera, y afectó severamente la de segunda. Para 2026, el mercado apuesta a un escenario climático neutral hasta febrero, lo que alimenta expectativas de una mejora en los márgenes brutos.

En Estados Unidos, el USDA proyecta un récord absoluto de 425,3 millones de toneladas de maíz, lo que representa 47,6 millones más que en 2024. Es decir, solo en un año los norteamericanos sumaron el equivalente a toda la producción argentina de maíz.

Esto se traduce en exportaciones estimadas en 73 millones de toneladas y existencias finales de casi 54 millones, cifras que anticipan un escenario bajista para el cereal a nivel global.

Con este telón de fondo, el atractivo de la soja gana peso: los futuros mayo 2026 en el MATBA-ROFEX ya se ubican en 296 US$/t, frente a los 275 US$/t del mismo contrato un año atrás.

La mejora del precio de la soja y las expectativas de rindes normales podrían llevar a un aumento de la superficie sembrada de oleaginosa, en detrimento del crecimiento del maíz. El mercado descuenta que, si se cumplen los pronósticos, el productor argentino podría volcarse nuevamente a la sojización, buscando margen y liquidez.

De todos modos, no hay que perder de vista que en la Argentina también se proyecta un fuerte incremento en el área de maíz. De concretarse, el país podría sumar siete millones de toneladas adicionales, lo que también presionaría los precios hacia abajo en la campaña nueva.

El agro argentino entra en una campaña 2026 marcada por la tensión entre dos cultivos clave: la soja, que intenta recuperar protagonismo, y el maíz, que sigue siendo la estrella de los últimos años.

La clave estará en cómo reaccionen los productores ante el combo de precios internacionales, retenciones más bajas, clima neutral y un mercado global sobreabastecido de maíz. La revancha de la soja está en marcha, pero la pulseada recién comienza.

Agrolatam.com
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