Soja Argentina: Ventas aceleradas y stocks críticos prefiguran un alza en los precios
Con el 42% de la cosecha ya comercializada, la industria aceitera enfrenta un cuello de botella en sus existencias. ¿Estamos ante un nuevo escenario alcista en el mercado sojero?
La soja argentina atraviesa un momento de alta actividad comercial y tensiones de abastecimiento. Según los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, al 16 de julio de 2025, ya se comercializó el 42% de la producción estimada en 50 millones de toneladas, lo que equivale a 21,047 millones de toneladas entre ventas a precio y fijaciones. Esta dinámica sorprende al desmentir la percepción generalizada de que el productor estaba reteniendo mercadería.
La campaña 2024/25 supera a la anterior en más de tres millones de toneladas vendidas a igual fecha, reflejando un mayor dinamismo por parte del productor. El volumen total de compras llega a 26,643 Mt, frente a las 23,563 Mt del ciclo anterior. De ese total, 16,9 Mt (63%) corresponden a operaciones con precio hecho, y 9,743 Mt (37%) a fijar. En este contexto, la industria aceitera aparece como el eslabón más frágil, ya que dispone de apenas 3 millones de toneladas en stock, lo que alcanza para sólo un mes de molienda.
Este dato cobra especial relevancia si se considera que la demanda industrial no da tregua, y que una escasa disponibilidad física podría traducirse en una presión alcista sobre los precios, al menos en el corto plazo. De hecho, ya se comienza a hablar en el sector de un "cuello de botella" para el abastecimiento interno, lo que pondría en jaque a los complejos aceitero-exportadores si la dinámica de ventas continúa sin reponer stock.
Por otro lado, los precios internacionales reflejan una tendencia bajista, pero con signos de volatilidad que podrían revertirse ante un cambio en las condiciones de oferta. A continuación, un resumen de las cotizaciones más relevantes al 25 de julio de 2025, tanto en el mercado local (MATba) como en el internacional (Chicago):
Producto / Posición | MATba (USD/t) | Variación | Chicago (USD/t) | Variación |
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Soja Ago 2025 | 277,50 | +1,00 | 1.245,38 | -3,97 |
Soja Ene 2026 | 294,10 | +1,60 | 1.236,56 | -8,16 |
Maíz Dic 2025 | 181,20 | +0,20 | 310,41 | -1,65 |
Trigo Dic 2025 | 205,12 | -1,10 | 253,00* (Ros.) | - |
*Cotización de referencia para el puerto de Buenos Aires.
En paralelo, el mercado de maíz también muestra tensiones. Las compras de exportación totalizan 21,464 Mt, de las cuales 16,589 Mt están ya fijadas o con precio. No obstante, las DJVE registran ventas por 21,905 Mt, lo que deja a los exportadores con una posición "short" de 5,316 Mt. Este faltante podría generar un efecto alcista similar al de la soja, especialmente si la cosecha tardía no logra colmar las expectativas.
El análisis de los subproductos refuerza esta percepción. El aceite y la harina de soja presentan retrocesos generalizados en sus valores en Chicago, presionados por la amplia oferta mundial y la incertidumbre en la demanda de grandes compradores como China. La falta de acuerdos comerciales claros y la prórroga de aranceles aumentan la cautela entre los operadores.
Sin embargo, el mercado local muestra algunos síntomas de resistencia, gracias a la expectativa de un reacomodamiento en los precios internos por la menor disponibilidad física. La zona núcleo, epicentro de la producción argentina, mantiene márgenes aceptables y niveles de rinde que consolidan su protagonismo en el abastecimiento del complejo agroexportador.
Frente a este escenario, el productor que aún conserva parte de su cosecha podría estar en una posición estratégica. La combinación de baja disponibilidad industrial y necesidad de cobertura por parte de los exportadores abre la puerta a posibles repuntes de precios en el corto plazo. A ello se suma el contexto macroeconómico argentino, donde el tipo de cambio, la inflación y las expectativas de retenciones siguen condicionando la toma de decisiones.
La soja argentina atraviesa una coyuntura compleja, con múltiples factores que pueden incidir sobre su precio, tanto internos como externos. Mientras la comercialización avanza a ritmo firme, el mercado da señales de posibles cambios, y la industria ya prende las alarmas por la escasez de stock. Quienes sepan leer este momento y actuar con precisión podrán capitalizar oportunidades en un mercado que no da respiro.