Retenciones cero: el agro vivió tres días de euforia y ahora enfrenta la pulseada por la soja
La eliminación temporal de los derechos de exportación generó ventas récord y un alivio inmediato para el productor, pero dejó un mercado desordenado. Exportadores con liquidez excedente y productores expectantes se enfrentan en un tablero donde los precios se reacomodan.
Durante tres días, el mercado argentino de soja se movió bajo una lógica inédita: los derechos de exportación (DEX) bajaron a 0%, lo que impulsó una oleada de ventas externas por 12 millones de toneladas en apenas una semana. El resultado fue un ingreso anticipado de US$ 7.000 millones por parte de los exportadores, aunque sólo US$ 1.500 millones pudieron volcarse a compras físicas de grano, dejando al sector con un excedente de liquidez riesgoso.
El efecto fue inmediato: los precios internos, que habían trepado hasta los 360 US$/tn, retrocedieron hacia la zona de 330-340 US$/tn, generando el enojo de productores que esperaban capturar la mejora plena de 100 US$/tn derivada de la baja impositiva. Sin embargo, la sobreoferta argentina también repercutió en el plano internacional: China absorbió 20 buques de poroto y la India se llevó 300.000 toneladas de aceite de soja, reduciendo la necesidad de compras de soja norteamericana y provocando caídas en el mercado de Chicago.
En paralelo, los exportadores declararon ventas equivalentes al 88% de la producción de soja, un nivel de compromiso inusual para esta etapa del ciclo, mientras que los productores adelantaron ventas por un mes, obteniendo liquidez de corto plazo. La dinámica ahora se traslada a una pulseada donde los compradores buscarán originar físicamente entre 5 y 8 millones de toneladas de soja, mientras los vendedores podrían retacear operaciones a la espera de mejores precios o nuevas medidas fiscales.
El mercado quedó atrapado entre un techo de 380 US$/tn -capacidad de pago sin retenciones- y un piso de 280 US$/tn -con retenciones plenas-. En el medio, las operaciones muestran resistencia de los productores a vender por debajo de 360 US$/tn, mientras los exportadores enfrentan el desafío de administrar un caudal inédito de dólares en un contexto político y financiero volátil.
El futuro inmediato dependerá de dos factores clave: la necesidad financiera de los productores, que podría reaparecer en un mes, y la capacidad de los exportadores para colocar liquidez, algo difícil en un escenario de tasas altas y riesgo argentino elevado. Lo que queda claro es que, tras la ventana de retenciones cero, el partido recién comienza, y la incertidumbre será la regla en el mercado sojero argentino.