Soja y trigo argentinos: récord de compras chinas y proyección histórica de cosecha
China acelera la importación de soja argentina para reducir su dependencia de EE.UU., mientras el trigo cierra su siembra con las mejores condiciones hídricas en años y proyecta superar los 20 millones de toneladas.
El agro argentino atraviesa un momento de contrastes: mientras la soja despierta un interés inédito por parte de China, el trigo finaliza su siembra con las mejores condiciones hídricas en años, y el maíz enfrenta demoras en la cosecha debido al exceso de humedad en el sur del país.
En soja, el gigante asiático adquirió en las últimas semanas varias cargas de harina argentina, buscando reducir su dependencia de Estados Unidos. Según Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, "es la primera vez que vemos este tipo de operaciones, y podría abrir la puerta a exportaciones de poroto argentino por hasta 11 millones de toneladas".
La campaña 2024/25 ya tiene un 45% de la producción con precio fijado, y la cola de buques para cargar soja supera el millón de toneladas, más del doble del promedio histórico para esta fecha.
En trigo, la siembra concluyó con 6,7 millones de hectáreas y un 81,9% del área en condición hídrica adecuada u óptima. Romano proyecta que la producción podría superar los 20 millones de toneladas, algo que no ocurría en varios años. Sin embargo, solo el 2% de la nueva cosecha se vendió a precio, frente al 13% promedio histórico, lo que podría generar problemas de almacenamiento hacia fin de año. En julio, los embarques alcanzaron 600.000 toneladas, con Brasil como principal destino.
El maíz presenta un 89,3% de cosecha avanzada, con demoras en el sur por humedad excesiva. Aun así, los ingresos de camiones a puerto superaron los 2.000 diarios, aliviando la presión compradora. Romano advierte que los volúmenes de embarque son bajos para una cosecha estimada en 50 millones de toneladas, en un contexto donde Brasil compite fuerte y los precios no acompañan.
En el plano internacional, tanto la soja como el maíz estadounidense muestran excelentes condiciones de cultivo, lo que presiona a la baja los precios. No obstante, se espera que Brasil desacelere la expansión de área sembrada en soja para 2025/26 y que, en maíz, los valores bajos activen demanda y compras de cobertura.
La atención del mercado está puesta en el próximo informe del USDA, que podría ajustar al alza los rindes. Romano recordó que en 2024 el organismo elevó las proyecciones en agosto y septiembre, pero luego las redujo. El Pro Farmer Crop Tour de fin de mes ofrecerá una segunda mirada sobre un ciclo que, por ahora, se perfila con excelentes perspectivas productivas.