Agro-Thrive volvió a probar con éxito el desmalezador eléctrico que desarrolló para trabajar, inicialmente, en el mercado argentino.
La empresa de General Deheza (Córdoba) realizó ensayos en un lote que se encuentra en barbecho y que se destinará a la siembra de soja.
El desmalezador eléctrico Agro-Thrive Atila basa su funcionamiento en un generador de energía, que es transformada y procesada por el sistema electrónico de la máquina y transmitida a los aplicadores.
La energía circula desde el polo positivo, a través de las malezas y la tierra, hacia el polo negativo.
Los aplicadores son los que entran en contacto con las malezas y tienen movilidad individual para copiar el relieve del terreno.
La máquina descarga 6.000 voltios sobre las malezas, provocando daños sistémicos irreversibles, como ruptura de células y vasos en raíces y tallos, que aseguran la eficacia del sistema.