Según Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, esta mejora responde a una combinación de factores de oferta y demanda que impulsan el precio de este cultivo clave.
La vuelta de las lluvias a Brasil ha sido un factor decisivo, permitiendo el avance en la siembra de soja, aunque con dos semanas de retraso. Romano señala que "la siembra tardía podría tener más impacto en el maíz safrinha que en la soja", debido a antecedentes de buenas cosechas bajo condiciones similares en la campaña 20/21.
En Estados Unidos, el avance en la cosecha ha logrado situar las exportaciones de maíz y soja en una posición muy competitiva frente a Sudamérica. Con un 81% de la cosecha completada, se destaca la rapidez y los desafíos logísticos en uno de los años de mayor velocidad en la recolección. Los farmers enfrentan problemas de espacio y calidad en sus granos, lo que los fuerza a vender a precios más bajos.
Los mercados han reaccionado. Los fondos especulativos vendieron 2,5 millones de toneladas de soja, con una posición neta de 9,8 millones de toneladas vendidas. Dos noticias agregaron impulso al alza de la soja: aumento en las compras de China y una suba en los precios del aceite. China acelera sus compras de soja estadounidense ante el temor de una nueva guerra comercial, aunque podría compensar este aumento con menores compras a futuro.
Otro elemento que ha influido en los precios es el aumento de los aceites, debido a los bajos stocks mundiales. Sin embargo, el retiro de India del mercado por altos precios podría moderar este efecto en las próximas semanas.
En Argentina, las lluvias recientes han elevado la humedad superficial en el centro del país. A pesar de que en el oeste de Buenos Aires la situación sigue complicada, las precipitaciones llegan justo para la ventana de siembra de soja. No obstante, Romano advierte sobre los daños en el trigo y el maíz temprano, que no lograron aprovechar las lluvias a tiempo. La Bolsa de Comercio de Rosario estima un 30% del maíz temprano sin sembrar y daño irreversible en parte del trigo.
Así, la combinación de factores internacionales y locales sugiere un contexto de recuperación para la soja, con la demanda activa como principal motor de un mercado en pleno movimiento.
