Preocupada por la política libertaria que el Gobierno de Javier Milei está llevando adelante en diferentes áreas relacionadas con el sector agropecuario, la ex presidenta del Instituto Nacional de Semillas (INASE), Silvana Babbit, cuestionó "la motosierra" y resaltó la importancia de ese organismo de referencia en la fiscalización y el control de la calidad e identidad de la semilla.
Según la ex funcionaria, el INASE, creado en 1991, aguarda con preocupación la publicación del próximo decreto redactado por el ministro Federico Sturzenegger que introducirá cambios en su funcionamiento, algo que también mantiene en tensión al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
"El INASE tiene 237 agentes, de los cuales 55% son profesionales, y no todos son agrónomos. Es un organismo muy pequeño en comparación al Senasa y al INTA, y en mi gestión como presidenta yo hice un saneamiento de la Institución, por lo que no se entiende que se hable de racionalización", explicó Babbit. Y agregó a Bichos de Campo: "Siempre se dijo que el INASE necesitaba más gente para poder cumplir todos los alcances de la Ley de Semillas en todo el territorio nacional, que es enorme".
A pesar de ser un organismo de referencia en la fiscalización y el control de la calidad e identidad de la semilla, tanto a nivel nacional como internacional, así como tener a su cargo la protección de la propiedad intelectual de las creaciones fitogenéticas, el Instituto fue históricamente pequeño en su estructura. Sin embargo, hoy temen por los recortes de la administración libertaria.
"Cuando yo asumí había un informe que se había encargado al área de empleo de la Nación, para ver si estábamos con subdotación, sobredotación o si estábamos en el óptimo nivel, con el que me autorizaron a incrementar la planta en un 30%", recordó la ingeniera agrónoma que llegó a la titularidad del organismo en 2022 y dejó en mayo de 2024.
En cuanto a los recursos con los que se financia el INASE, uno de los principales argumentos empleados por quienes impulsan el ajuste, la ex titular afirmó: "El instituto no utiliza impuestos de la gente que no tiene nada que ver con el sector agropecuario, sino que se nutre con los aranceles pagos en forma anual por los laboratorios de semillas, los criaderos, los multiplicadores, los obtentores, y siempre fueron muy bajos"