Este fenómeno climático, que ha marcado la semana con extremos en lluvias y temperaturas, comienza a mostrar signos de desplazamiento hacia zonas del Litoral y NEA, sin embargo, no se espera una estabilización completa del clima en el corto plazo.
A pesar de que el calor extremo comienza a ceder en el norte del país, las temperaturas seguirán siendo elevadas en regiones específicas, manteniendo condiciones desafiantes para los habitantes de estas áreas. Las provincias de Entre Ríos y Corrientes enfrentan precipitaciones intensas, mientras que en Córdoba y Santa Fe los fenómenos son más aislados.
Durante el sábado, se anticipa que el sistema climático persista en su avance hacia el norte, provocando tormentas de variada intensidad en gran parte del Litoral argentino. Las áreas más impactadas serán las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, y el centro de Santa Fe, donde se esperan precipitaciones intensas en zonas específicas. Aunque los eventos serán más aislados que en días anteriores, no se descarta la posibilidad de tormentas fuertes o incluso severas.
Para el domingo, el pronóstico indica que el sistema continuará su desplazamiento hacia el norte, y se espera que los fenómenos vayan perdiendo intensidad gradualmente. Sin embargo, en el noreste, particularmente en Corrientes y Misiones, todavía podrían presentarse eventos moderados a fuertes, extendiéndose esta posibilidad al este de Paraguay y zonas limítrofes de Brasil.
En cuanto a las temperaturas, se proyecta un leve descenso durante el fin de semana, aunque seguirán siendo extremas en una región acotada del norte. Chaco y Formosa serán las provincias más afectadas el sábado, con marcas por encima de los 40 ºC, restringiéndose a la porción central de Formosa y gran parte de Paraguay durante el domingo. La sensación térmica se mantendrá muy por encima de lo normal debido a la humedad, prolongando la situación de extremo calor.
Este fin de semana, aunque algunas zonas del país comenzarán a experimentar un alivio en las temperaturas, la presencia de tormentas y las condiciones climáticas adversas continuarán siendo un desafío para gran parte del territorio argentino.
