Agricultura

Cómo asegurar un piso de 100 quintales

El ambiente y las características del año determinan estrategias distintas para el cultivo mas plástico dentro de los granos gruesos

10 Ago 2021

Es además la hora de combatir las malezas 

 La zona núcleo muestra desde campos con napa hasta argiudoles vérticos más complicados. Del norte al sur de la región hay una brecha de 2º C, otro tema que diferencia ambientes. Y de este a oeste disminuye la disponibilidad hídrica, aparecen suelos más arenosos y lluvias más bien estivales. Hacia el sur y hacia el oeste crece la amplitud térmica. Por eso el manejo tiene tanta importancia. 

Adrián Rovea es asesor de los CREA Teodelina y Ascensión, en el sur de Santa Fe y el norte de la provincia de Buenos Aires respectivamente, y destaca al maíz como un cultivo muy plástico, con una  ventana de siembra de seis meses y mucho desarrollo tecnológico, adaptable a los ambientes más dispares. Su patrón de crecimiento está regido por el fotoperiodo y la temperatura, que hacen a la duración de las fases; mientras más largas son, más alto es el potencial de rendimiento.

A su vez, la tasa de crecimiento en el periodo crítico (15 días antes y 15 días después de floración) viene dada por radiación, agua y nitrógeno (N). La duración y la tasa de crecimiento de los órganos reproductivos suman para el resultado final. Respecto de la ventana de siembra, el maíz va de septiembre a enero, con resultados muy buenos. En cambio, la soja está acotada a octubre-noviembre, y diciembre como estrategia  defensiva o de segunda. Con maíz se pueden lograr 100 qq/ha tanto en una siembra de septiembre como en enero. En la soja, la siembra de diciembre siempre va a rendir menos. "Hoy tenemos planteos de maíz de 40 mil pl/ha, lo que hace diez años era impensable. En soja no se puede trabajar mucho la densidad, pero sí el grupo de madurez y el distanciamiento, aunque siempre de modo más acotado que en maíz".

 EVOLUCIÓN DE LOS RINDES 

Estos CREA fueron de 80 qq/ha en los ‘90 a unos 130 qq promedio en el presente, merced a la siembra directa, la fertilización y la incorporación del N. Luego llegaron el azufre (S), el fungicida y la renovación de materiales. Y después, la eficiencia en la siembra, el manejo de la cobertura, el corrimiento de la fecha de siembra y el zinc (Zn). 

En esta zona se abocaron a trabajar sobre los ambientes que menos rinden y muchos se pasaron al tardío. Orillaban los 80-90 qq/ha y el cambio le puso un piso de 100 qq/ha. Respecto de la estrategia por ambientes: 

• Con napa a 1,5-2,5 m siempre las fechas tempranas van a rendir más que las tardías. Si se halla a menos de 1 m en año Niño, demorar la fecha de siembra mejora el rendimiento. 

• Cuando vamos a ambientes sin napa, de mediana a baja retención de humedad, el diseño de la estrategia depende del ENSO. En un año Niño va a funcionar mejor un temprano; en un escenario Niña iríamos a un tardío.  Se complica con un año Neutro; en general nos obliga a caracterizar mejor los ambientes y recién ahí ver qué hacer. 

• En ambientes sin napa, baja retención hídrica e impedancia, haplustoles o hapludoles énticos, todo lo que sea retraso de la fecha de siembra va a mejorar el resultado. 

• Para un maíz temprano, en un buen ambiente con napa y bien nutrido, la idea es ir por alta densidad, de 75 a 87 mil pl/ha; por arriba de este número aumentamos el riesgo de vuelco.

 • En el caso de un maíz temprano sin napa, buen ambiente y bien nutrido, la densidad baja a 60-70 mil pl/ha. 

• Para un maíz tardío con o sin napa, buen ambiente y bien nutrido, la densidad es 70- 80 mil pl/ha según ambiente.

 • En un tardío sin napa, ambiente restrictivo y bien nutrido, apuntar a 50-60 mil pl/ha. 

• Para un maíz de segunda, con napa, buen ambiente y alto N, pensar en 50-65 mil pl/ha según calidad de ambiente. 

• Por último, un maíz de segunda sin napa 

 NAPA "Hoy estamos con niveles de 2-2.5 m. Regla número uno: tomar el barreno y ver si el frente de humedad está unido y, en base a eso, armar nuestra estrategia de producción. Ante la duda, muestrear, mandar al laboratorio y ver cuántos milímetros tenemos". (Rovea) 

  buen ambiente y alto N, cerrar en 40-50 mil pl/ha según ambiente. En maíces de segunda se reduce la densidad y se prefiere un híbrido prolífico con alta nutrición nitrogenada.

 DESUNIFORMIDAD TEMPORAL 

Es típica de las siembras tempranas con alta cobertura. Una planta de maíz que crece menos de 1.5 gr/d no da espiga. Lo ideal es que sume 5 gr/d para alcanzar la máxima productividad (600 granos). Y si tiene mayor tasa de crecimiento y el híbrido es prolífico, va a formar la segunda espiga (interesante la prolificidad en bajas densidades). 

La desuniformidad espacial es importante, pero impacta menos que la temporal. En el primer caso, si las plantas nacieron parejas dará un diferencial de rendimiento de 2 a 3 qq. En cambio, la desuniformidad temporal (2 a 4 hojas) puede generar una pérdida de 8-10 qq. El trasfondo de todo esto es la capacidad de competir y crecer que el ambiente individual otorgue a cada planta. Recuerde que el maíz que nace mal sigue así hasta el final del ciclo.

INTENSIFICACIÓN 

Un índice de rotación de 1.5 indica que el 50 % del área está con doble cultivo.

El CREA Teodelina fue evolucionando hasta 1.51 % y ya hay varias empresas que prácticamente no hacen soja de primera. Del modelo de rotación al tercio han ido pasando a otro que implica 50 % maíz y 50 % trigo/soja. Incluso ciertos campos utilizan 25 % maíz temprano-25 % soja de primera- 25 % trigo/soja de segunda- 25 % trigo/ 

 Etapas fenologicas del maiz. Es bienvenida la mayor duracion de cada fase, en especial la reproductiva. 

 maíz de segunda. Otros fueron a 33 % maíz y 66 % trigo/soja, en ambientes con napa. Donde el trigo es más riesgoso, entran los cultivos de servicio (CS): 33 % maíz, 33 % CS/soja de primera, 33% trigo/soja de segunda. Otra variante es 33 % CS/maíz tardío-33 % soja de primera-33 % trigo/soja. Y donde el trigo se complica del todo: 33 % CS/maíz tardío-33 % soja-33 % CS/soja de primera. "Eso sí, estamos sumando cobertura, lo cual genera suelos más fríos, algún exceso de humedad y cuesta sembrar cuando el año es llovedor -sostiene Rovea-. Hay que tener una estrategia y un diseño para trabajar en estas condiciones. Lo primero es incorporar el fertilizante lo más profundamente posible. Después, es fundamental el uso de barredores de rastrojo. Y estamos mirando el sistema strip till que usan los estadounidenses. Un mes, mes y medio antes se hace una pequeña labor en una franja de 15- 20 cm y en ella se incorpora el fertilizante. Hoy nos falta esta maquinaria". El strip till argentino sería incorporar la urea con la sembradora de trigo. Se genera remoción, se pica el rastrojo y ayuda a descomponerlo. Si viene un año llovedor, se orea más rápidamente y, si es seco, la pérdida de humedad no resulta importante. Muy interesante para el que tiene exceso de rastrojo, ya que ayuda en la implantación. "Respecto de la nutrición, sabemos que tenemos que levantar los niveles de S y fósforo (P). Hoy estamos en niveles equivalente MAP de 150-160 kg/ha. Todas las fertilizaciones incluyen N, P, S y Zn para gramíneas. El maíz es muy dependiente del N, con lo cual aumentar el aporte de este nutriente es crucial para elevar rendimientos a medida que vamos mejorando ambientes. Estamos en nivelaciones de 240- 260 kg de N (suelo + fertilizante), lo que hace un N agregado de 160 kg, con rendimientos entre 130 y 140 qq/ha". MALEZAS Es el cultivo con más herramientas para combatirlas, por eso hay que darle importancia al raigrás; es el momento para achicar el problema que genera esta maleza en el trigo.

Los preemergentes brindan muy buen control (atrazina-s-metolacloro-Acuron), y aparecen nuevas moléculas postemergentes que no tiene la soja (Convey-Brucia-Laudis), con muy buen control de gramíneas resistentes, combinadas con atrazina y s-metolacloro, más el uso de los hormonales (picloram-dicamba-2,4 D). Debemos lograr un maíz limpio, en especial si después va a ir a soja de primera, que es el cultivo más complicado y caro para controlar malezas. 

Como amenaza, Rovea cita al nabo resistente; si encontramos algún individuo, hay que atacarlo inmediatamente. 

OTRA MENTALIDAD 

"Muchas veces el costo se pone por delante de la productividad, a la que en más de una oportunidad estamos restringiendo por falta de inversión", se queja el especialista. Se sabe, el ingreso está dado por P (precio) x Q (cantidad). El precio en general lo fija el mercado, la cantidad depende en un 60-70 % del clima y en un 30-40 % de la combinación de tecnología de procesos, de insumos y de la estrategia de producción, que es determinada por el pro  ductor y sus decisiones. Rovea enfatiza que el negocio agrícola depende de la cantidad y no de los costos. "Cuando uno va año tras año ganando rendimientos en un lustro significa una cosecha más. La productividad es la base de todo. Precio, manejo impositivo y de costos suman al resultado, pero no compensan problemas de productividad. Tenemos que ir de costos por hectárea a costos por tonelada producida

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