En medio de la discusión de presupuesto 2025, en donde se planteó un aumento de la presión tributaria (al comprarlo con una base baja), fuentes oficiales del Gobierno revelaron a El Cronista cuál es la hoja de ruta de la baja de impuestos.
En septiembre pasado, luego de la presentación por parte del presidente Javier Milei en el Congreso, cuando se conoció la letra chica del proyecto, se generaron fuertes cuestionamientos por la meta de recaudación que se planteó para el año que viene.
En el proyecto que se presentó en la mesa de entrada de la Cámara de Diputados se indicó que, de aprobarse, la presión tributaria pasaría de 22,37% de 2024 a 22,92% del Producto Bruto Interno (PBI ) en 2025 (aumento de 0,55 puntos porcentuales (p.p.)). A raíz de que estiman que la recaudación de impuestos nacionales y de aportes y contribuciones a la seguridad social sumarían $ 175.035.832 millones, un 37,6% más que lo proyectado para este año.
Así, el objetivo sería replicar los beneficios impositivos y aduaneros que se le ofrece, por medio del régimen, a determinados sectores productivos con costos hundidos con el objetivo de atraer inversiones al conjunto de los contribuyentes.
Pero fuentes oficiales del Gobierno comentaron a este medio la reforma tributaria a la que se apunta y en qué tiempos. "El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) te dice hacia donde se quiere llevar la estructura", comentaron.
Aunque sin la posibilidad de definir, al igual que con el levantamiento de las restricciones a la compra de divisas extranjeras, cuándo va a suceder. "El plazo va a depender que tan exitoso somos con la deep motosierra", comentaron.
Haciendo referencia al término que desarrollo el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger durante su participación este viernes en el 60 Coloquio de IDEA "si no es ahora, cuándo" frente al círculo rojo del empresariado.
"Ahora se viene la deep motosierra, esto implica ponerse en cada lugar y preguntar en cada área que están haciendo", aseguró el último ministro que ingresó al gabinete de Guillermo Francos con el objetivo achicar el peso del estado.
Con el objetivo de seguir reduciendo el gasto público a los fines de bajar la presión tributaria, un punto sobre el que Sturzenegger fue contundente con los empresarios. "No nos piden bajar impuesto, ustedes lo que nos tienen que pedir es que bajemos el gasto. Ayúdenos, aliéntenos en el ejercicio de bajar el gasto", declaró.
El pedido de Sturzenegger al auditorio, que reconoció ante sus preguntas y por medio de la mano alzada que solo unos pocos casos usaron sus desregulaciones, se sumó al que hizo camuflada el ministro de Economía, Luis Caputo el miércoles pasado también en el marco de IDEA.
Ambos, en el marco de sus intereses, le pasaron la pelota al sector privado. En el caso del "Messi de las finanzas" les aseguró a los presentes que la sumatoria de sus decisiones forman la economía y que si no logran convérselos de que es el momento de invertir más tiempo tardará en darse el repunte.
Con el reaseguro de que lo es por las condiciones macroeconómicas y la postura de resistencia de Milei, aun ante los jubilados y las universidades. "Tenemos un presidente que garantiza que no nos vamos a mover de ese rubro, qué mayor certeza le podemos a los empresarios que eso", sostuvo Caputo con una pregunta retórica para abrir el juego con una audiencia que hasta el momento se mostraba en silencio escuchándolo.