Peggy Whitson, conocida como la astronauta más experimentada de Estados Unidos, tiene una historia que combina la determinación y la dedicación de una granja en Iowa con los logros extraordinarios que alcanzó en el espacio. Con 675 días en el espacio, más que cualquier estadounidense o mujer en el mundo, Whitson es un símbolo de superación personal y profesional.
Antes de llegar al espacio, Whitson creció en una granja en Beaconsfield, Iowa, donde sus padres trabajaban incansablemente para mantener la operación familiar. "La ética de trabajo de mis padres fue algo que realmente admiraba", dice Whitson, quien desde joven aprendió la importancia de la perseverancia y el esfuerzo para lograr las metas. Esta mentalidad de "granjeros" estuvo presente en su vida y se convirtió en un pilar fundamental de su éxito.
El deseo de convertirse en astronauta comenzó cuando, siendo niña, vio el primer alunizaje en 1969. Aunque en ese entonces no había mujeres astronautas y no sabía cómo lograr su objetivo, su sueño de viajar al espacio comenzó a tomar forma. A lo largo de su vida, Whitson mantuvo esa pasión y determinación, superando muchos obstáculos en su camino.
A lo largo de su carrera, Whitson aplicó una gran cantidad de veces y enfrentó rechazos, pero su perseverancia finalmente la llevó a la NASA. A lo largo de su carrera, no solo se convirtió en la astronauta con más tiempo acumulado en el espacio, sino que también alcanzó hitos históricos, como ser la primera mujer comandante de la Estación Espacial Internacional (ISS) y la primera mujer jefe de la Oficina de Astronautas de la NASA.
Aunque su carrera fue principalmente en la ciencia y la tecnología, Whitson siempre ha mantenido una fuerte conexión con sus raíces agrícolas. Durante su primer vuelo en 2002, incluso cultivó soja en el espacio, en paralelo con su padre, que también la cultivaba en la granja familiar. Además, Whitson recuerda cómo los lazos familiares y las enseñanzas de la granja la ayudaron a enfrentar los desafíos del espacio, como cuando escribió una carta a su familia hablando de cómo usar ataduras de alambre en el espacio, lo cual le recordaba a las soluciones prácticas de la granja.
Whitson, quien también ha sido mentora y oradora para estudiantes, anima a los jóvenes a seguir sus sueños, incluso cuando el camino no sea claro. "No se trata solo de tener un sueño, se trata de perseverar, aprender de los fracasos y estar dispuestos a empujar los límites", explica Whitson. Su mensaje es claro: el éxito no es inmediato y la perseverancia es clave para lograr metas grandes y audaces.
En su carrera de 37 años, Whitson completó tres vuelos de larga duración a la ISS y participó en la misión Axiom 2 (Ax-2). Además de sus logros en la NASA, en 2018 se unió a Axiom Space, convirtiéndose en la primera mujer comandante de una misión privada al espacio. En 2025, Whitson comandará la misión Axiom Ax-4, que se acoplará a la ISS durante 14 días.
Con su legado intacto y su incansable dedicación al avance de la ciencia, Peggy Whitson sigue siendo un ejemplo a seguir para todas las personas que sueñan con alcanzar las estrellas.