Opinión

Del país de las vacas gordas y la educación modelo a la pobreza de 40%

El 8 de julio de 1884 se promulgó la Ley 1420 que establece la educación primaria común, gratuita y obligatoria.

Horacio Riggi
Horacio Riggi

 Tales palabras son las primeras que se pueden leer en la web del Ministerio de Cultura. El resumen tal vez es que en 1880 había un país que pensaba en grande. La Argentina de fines del siglo XIX, con sus desigualdades, era un Estado que tenía una propuesta de unidad y de crecimiento, y con el enfoque en la educación "para todos y todas" podía convertirse en una potencia, o al menos, en un país con menos analfabetos, es decir, con menos pobres.

El resultado de esa decisión se disfruta hasta hoy. Miles de argentinos universitarios son de clase media baja.

Pero de repente la historia cambió. La pregunta es qué cambió si la educación sigue siendo pública y gratuita. Cambió que la educación actual no parece sacar a los argentinos de la pobreza, o al menos no todos los argentinos se educan para poder salir de la pobreza.

¿Estamos seguros de que hoy el hijo de un obrero puede llegar a la universidad y además recibirse? ¿Y si el hijo del obrero puede, puede el hijo de un desocupado? La respuesta fácil es que siempre hubo pobres, desocupados y analfabetos.

La realidad también indica que la Argentina dejó hace mucho tiempo de ser una potencia y que hace mucho tiempo, además, que es un país pobre.

Otro dato de quiebre tal vez hay que buscarlo a fines de los '60 cuando el Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina era mayor que el de Brasil. Hoy no solo el PBI de Brasil es más grande, sino el del Estado de San Pablo.

Pero cuando se afirma que la Argentina es un país pobre, ya no es una opinión. Así lo marcan los números.

La pobreza fue del 40,6% en el primer semestre de este año y afecta a 11,7 millones de personas, informó el INDEC y reprodujo la agencia Télam.

Ese índice clave retrocedió 1,4 puntos respecto de fines del 2020 y 0,3 con relación al primer semestre del año anterior.

En cuanto a la indigencia, aquellas personas que apenas tienen ingresos para cubrir la canasta de alimentos, se ubicó en el 10,7% en el primer semestre, lo que representó un alza respecto del 10,5% de fines del 2020.

La cifras oficiales indican que en el primer semestre del año el 31,2% de los hogares se encuentran en la línea de pobreza y el 8,2% es indigente. Según el informe, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), por debajo de la línea de pobreza se encuentran 2.895.699 hogares, que incluyen a11.726.794 personas.

Esa es la foto de la Argentina actual. Es la triste realidad. En esa foto entran años de desesperanza y no es producto de un solo gobierno.