Sin embargo, a nivel comercial, las ventas en los mercados europeos se han visto ralentizadas debido a la alta presión del ajo chino barato. "Actualmente estamos cosechando ajo temprano (o de primavera), tanto blanco como morado, con buena calidad gracias al tiempo seco y algunas breves olas de calor", afirma Luis Fernando Rubio, director de la Asociación de Productores y Comerciantes de Ajo (ANPCA).
"Solo hemos tenido problemas con algunos lotes debido a la lluvia constante y los numerosos días nublados de marzo, lo que ha provocado una ligera reducción de los calibres y, por lo tanto, de la producción, que también se ha visto afectada por la estricta prohibición del uso de ciertos principios activos en la lucha contra las plagas", afirma.
En cuanto al ajo morado, la variedad más representativa en España por su sabor y calidad, aún es pronto para hacer estimaciones, ya que se estima que la cosecha comenzará unos 10 días después, entre finales de junio y principios de julio. Si bien las ventas de ajo y ajo procesado a Estados Unidos se mantienen estables o incluso están aumentando, las exportaciones a varios países europeos se han ralentizado debido a la presión del ajo chino.
Estados Unidos es un mercado donde las compras de ajo español se basan en la calidad, más que en el precio. Además, los aranceles sobre el ajo chino, superiores a los nuestros, han provocado que este se redirija a otros mercados. China envía grandes cantidades de ajo viejo a la UE, donde el arancel de 1,20 € por kilo, fuera del cupo anual de libre acceso, no impide su rentabilidad, a pesar de los precios más bajos. El envío masivo de ajo viejo chino está perturbando el mercado internacional y afectando negativamente a nuestras exportaciones, especialmente a países donde los precios son más competitivos, afirma Luis Fernando Rubio.