A pesar de los esfuerzos, los incendios de máquinas siguen siendo un problema recurrente en el agro argentino.
La Unidad Integrada Balcarce del INTA, en colaboración con la unidad de bomberos de Tandil (Buenos Aires), ha desarrollado una hoja de ruta para prevenir estos incidentes. Se identifican como principales factores de riesgo la limpieza ineficiente en las autopartes, altas temperaturas y baja humedad relativa.
Anticiparse es crucial. Según Santiago Tourn, especialista en mecanización agrícola de la Unidad Integrada Balcarce, "La primera recomendación para evitar incendios es un buen mantenimiento de la maquinaria". Esto incluye una meticulosa limpieza de las zonas propensas a acumular material inflamable, en particular el motor, que opera a más de 600 °C. Tourn insiste en la importancia de incrementar la frecuencia de limpieza, una medida simple y económica que puede prevenir la mayoría de los incendios.
El contexto también juega un papel importante. La cosecha debe realizarse en condiciones específicas: vientos inferiores a 40 Km/hora, temperaturas por debajo de los 35°C, y humedad menor al 30%. Si estas condiciones no se cumplen, Tourn aconseja parar el trabajo para evitar incendios.
Los matafuegos son otro componente esencial en la prevención de incendios. Deben ser del tipo A, B y C para controlar diferentes tipos de fuego y estar dimensionados adecuadamente para cada máquina.
Además, se resalta la importancia de que la maquinaria esté equipada con recursos adecuados, como una tolva autodescargable y un tanque de agua de al menos 500 litros con un sistema de bombeo, para controlar rápidamente cualquier incendio.
Prevención es la palabra clave. Desde la unidad de bomberos de Tandil, se recomienda despejar residuos de trigo, cebada o similares para evitar que el calentamiento de la máquina y el contexto generen una temperatura propicia para el fuego. Diego Ibáñez, jefe del cuartel de bomberos Tandil, sugiere hacer cortafuegos dentro y fuera de la cosecha para sectorizar y controlar posibles incendios. Además, cada cosechadora debe tener su propio protocolo de extinción para actuar rápidamente antes de la llegada de los bomberos.
Esta estrategia integral de prevención y acción rápida es fundamental para proteger las valiosas cosechadoras y asegurar una temporada de recolección segura y productiva.