Opinión

Falabella sufre la pandemia, pero también la pesada mochila argentina

15 Sep 2020

  N o hay una única razón que explique decisiones como la que anunció ayerla cadena Falabella, que quiere disminuirsu exposición en la Argentina. Las medidas tomadas para combatirla pandemia sin duda profundizaron las pérdidas de la compañía. Pero tampoco hay que olvidar que la economía arrastra su tercer año de caída, y que muchas de las políticas scales, nancieras y cambiarias adoptadas para enfrentar este combo complican la operatoria de las empresas. Y tarde o temprano ese efecto sale a la luz. A esta altura del Covid-19, la cuarentena dejó de ser un factor particular para convertirse en un efecto global, ya que no hay país que no haya tomado decisiones similares como primera línea de defensa para prevenirlos contagios masivos. La diferencia en todo caso pasa por la evolución sanitaria de cada país y el tiempo durante el que se debió aplicar el aislamiento. Falabella mantenía inactivos el 30% de sus  locales en el país, cifra que contrasta con el 15% promedio que le tocó en el resto de la región.

 La cuarentena extendida ha sido un elemento que ayudó a que la Argentina tuviera una baja tasa relativa de casos fatales por el coronavirus. Pero su impacto sobre la economía no ha sido menor. Así como las aerolíneas siguen prácticamente inactivas, como todo lo vinculado al turismo y buena parte delsector gastronómico, hay otros rubros igualmente golpeados. Todos aquellos comercios que basan su actividad en los shoppings o en tiendas de supercies grandes, están en un estado de crisis que cada vez cuesta más sostener. Por eso la primera reacción de Falabella es reducir la cantidad de locales y de personal. Dos de los cuatro elegidos pertenecen a Sodimac, proveedor de insumos para el hogar y la construcción, una actividad que todavía sigue restringida en el AMBA. 

 A todo esto se suman los daños colaterales que causa la Argentina. Sin cargarle a las empresasla pesada mochila macroeconómica que se generó a partir de 2018, vale mencionar dos problemas relevantes: los saltos cambiarios y su impacto en la inación, determinantes para una compañía que importa buena parte de lo que vende y cuyo resultado está atado al funcionamiento del mercado interno 

 El país padece un histórico décit de dólares, lo que ha obligado a los gobiernos a jar mecanismos restrictivos para la compra de divisas. Si la demanda no disminuye, lo que causa es la aparición de mercados paralelos y brechas que presionan sobre el valor ocial. En esta etapa, muchos importadores que no llegan al dólar mayorista terminan en el informal, pero sin podertrasladarla diferencia a precios. Si a eso se le suma la presión impositiva (diferencia que se hace más gravosa frente a los que eluden su pago), es más fácil entender el diagnóstico al que llegaron los ejecutivos de Falabella y de las demás empresas que se cansaron de dar pelea 



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por

Héctor Tristán

El autor es especialista en temas tributarios del campo
El SISA para el agro y las facultades de la AFIP con un caso práctico