En Humboldt, corazón agrícola de la provincia de Santa Fe, se dio un paso histórico para el cooperativismo agropecuario argentino. La Federación de Cooperativas Agropecuarias (UNCOGA) puso en marcha el primer feedlot cooperativo del país, un proyecto que combina infraestructura productiva con sentido comunitario.
Con la presencia de autoridades como Lucas Magnano (presidente), Felipe Tavernier (consejero) y Alberto Candelero (síndico), el acto de apertura dejó en claro que el modelo asociativo sigue vivo, vigente y con capacidad para responder a las demandas reales del productor.
"Esto es una herramienta concreta, de las que hacen falta. No es discurso, es acción", resumió Sebastián Viarengo, presidente de UNCOGA, durante su intervención. En un contexto de alta volatilidad para la ganadería, el feedlot representa no solo una solución de escala y eficiencia, sino también un espacio de arraigo rural, generación de empleo y desarrollo regional.
El establecimiento permitirá a los socios engordar hacienda bajo un sistema de gestión común, con mayor capacidad de negociación, mejor acceso a insumos y servicios, y sin tener que recurrir a terceros en momentos clave del ciclo productivo.
Desde CONINAGRO, su presidente valoró la iniciativa como un "ejemplo tangible de lo que el cooperativismo puede lograr cuando hay visión estratégica, compromiso territorial y organización".
La puesta en marcha de este feedlot no es solo una infraestructura más: es una declaración de principios. Un modelo que busca sumar eficiencia sin resignar pertenencia, generar valor sin expulsar familias del campo y competir en un mercado exigente sin perder identidad.