El informe agroclimático semanal de la Bolsa de Cereales advierte sobre un panorama climático desafiante para los próximos días en Argentina y Brasil. La combinación de altas temperaturas, precipitaciones irregulares y el ingreso de vientos polares tendrá un impacto directo en la producción agrícola de ambos países, clave en la exportación de granos a nivel mundial.
El reporte señala que el norte y el sudoeste de Argentina enfrentarán temperaturas extremas, con picos de más de 40°C en el Chaco y el norte de la Región Pampeana. Mientras tanto, en Brasil, el interior del país sufrirá un intenso calor, con valores superiores a 35°C en Mato Grosso do Sul y otras regiones agrícolas clave.
Por otro lado, las zonas serranas y costeras de Argentina y el sur de Brasil tendrán temperaturas más moderadas, aunque el ingreso de vientos polares podría generar descensos térmicos marcados en el sur del área agrícola argentina.
En Argentina, el informe anticipa precipitaciones abundantes en el NOA, el norte de la Región Pampeana y la Mesopotamia, con acumulados de 75 a más de 150 mm en algunas áreas. No obstante, en el resto del país, las lluvias serán escasas o nulas, dejando zonas productivas con déficit hídrico.
Para Brasil, la situación es similar: lluvias intensas en la Amazonia y en el noroeste del Cerrado, mientras que el centro agrícola del país recibirá muy poca agua. Solo los estados del sur de Brasil, como Santa Catarina y Río Grande do Sul, tendrán precipitaciones moderadas a abundantes.
La combinación de calor extremo y lluvias irregulares puede traer consecuencias significativas para la agricultura en la región. El maíz y la soja, dos cultivos clave para las exportaciones de Argentina y Brasil, podrían verse afectados si no reciben la humedad necesaria en momentos críticos de su desarrollo.
En paralelo, la ganadería podría enfrentar estrés térmico en las zonas más calurosas, mientras que el acceso al agua en algunas regiones podría volverse un problema para la producción.
Temperaturas extremas: Más de 40°C en el norte de Argentina y Brasil.
Lluvias desiguales: Chaparrones en algunas zonas agrícolas, sequía en otras.
Ingreso de vientos polares: Descenso térmico en el sur de Argentina.
Impacto en cultivos: Maíz y soja en riesgo por déficit hídrico en algunas áreas.
Desde la Bolsa de Cereales recomiendan monitorear de cerca las condiciones climáticas y ajustar las estrategias de manejo agrícola y ganadero para mitigar los efectos del clima adverso. En las regiones donde se esperan lluvias, es clave optimizar el aprovechamiento del agua y en aquellas con sequía, implementar prácticas de conservación del suelo y humedad.