según informa el Servicio Meteorológico Nacional. Después de semanas de un calor persistente, el país se encuentra bajo alerta meteorológico en gran parte de su territorio, anticipando un alivio térmico pero acompañado de condiciones climáticas severas.
Desde mediados de enero, el centro y norte de Argentina han experimentado altas temperaturas de forma ininterrumpida, transformando el clima de un calor seco a un calor húmedo agobiante en febrero. Sin embargo, la llegada de precipitaciones durante esta semana marca el fin de esta ola de calor, con lluvias que comenzaron siendo aisladas y luego se generalizaron, afectando principalmente a Córdoba y la provincia de Buenos Aires.
#PronósticoDelTiempo %uD83C%uDDE6%uD83C%uDDF7
Domingo caluroso y pesado %uD83E%uDD75 en el centro y norte del país, con sensaciones térmicas altas.
Nuevo evento de mal tiempo comienza en Cuyo y la región Pampeana. ¡Vuelven las fuertes tormentas! %u26A0
Mantenete informado en MeteoredAR %uD83D%uDC47https://t.co/0Rh5X8WkGG pic.twitter.com/fSMeccKAs7— Meteored.com.ar (@MeteoredAR) February 11, 2024
La Plata y Punta Indio han registrado más de 180 mm de lluvia en menos de 30 horas, demostrando la intensidad de las precipitaciones que han azotado la región. A pesar de una mejora temporal en las condiciones climáticas este domingo, se espera que la primera mitad del feriado de Carnaval esté marcada por tormentas localmente fuertes, especialmente en Córdoba, sur y centro de Santa Fe, Entre Ríos, norte de Buenos Aires y la Capital Federal, con posibilidad de granizo y ráfagas fuertes.
La situación se extiende hacia el norte del país durante la segunda mitad del día, con tormentas fuertes previstas tanto en las provincias del NOA como del NEA, poniendo fin al sofocante calor. A medida que un frente frío avanza rápidamente por la región, se anticipa un descenso térmico significativo, con fuertes vientos del sur que traerán un aire más fresco y seco, marcando un cambio notable en las temperaturas.
El martes se espera una crecida importante en el Río de la Plata, afectando especialmente las zonas ribereñas del AMBA, donde se proyecta que el nivel del agua supere los 3 metros en la zona norte del Gran Buenos Aires durante la mañana, seguido de otra pleamar secundaria por la noche.
Este cambio climático representa un desafío significativo para la región, no solo por las condiciones meteorológicas adversas sino también por el impacto en la vida cotidiana y la posible afectación de áreas propensas a inundaciones. La comunidad y las autoridades se mantienen alerta ante la rápida evolución de estos eventos, enfocando esfuerzos en la preparación y respuesta ante las fuertes tormentas y la crecida del río.