¿Cómo un parásito invisible puede afectar tu próxima hamburguesa? Esa es la pregunta que se hacen ganaderos y autoridades sanitarias en Estados Unidos, tras la confirmación del avance del gusano barrenador del ganado -conocido en inglés como New World Screwworm- desde Centroamérica hacia México, a solo 700 millas de la frontera con Texas.
La situación encendió alarmas en Washington, que en mayo decidió suspender las importaciones de ganado desde México, un país que históricamente exporta más de un millón de animales por año a EE.UU. para engorde y faena. Con el rodeo estadounidense en su mínimo histórico en décadas, la medida podría empujar aún más el precio récord de la carne vacuna, justo en medio de la temporada alta de consumo.
¿Qué es el gusano barrenador?
Se trata de un parásito letal cuya hembra deposita huevos en heridas abiertas de animales. Una vez que eclosionan, las larvas se alimentan del tejido vivo, generando lesiones profundas, infecciones graves y potencialmente la muerte del huésped. "Es un parásito que literalmente se come a los animales vivos", resumió el profesor Timothy Goldsmith, de la Universidad de Minnesota.
Erradicado en EE.UU. en los años 60 mediante la liberación masiva de moscas macho estériles, el gusano vuelve a preocupar. "Una herida leve puede transformarse en un foco de infección capaz de poner en riesgo a todo un rodeo", advirtieron especialistas.
¿Cómo impacta esto en los precios de la carne?
Según analistas, el cierre de fronteras con México ya restringe la oferta de ganado en un mercado de por sí ajustado. A esto se suma que muchos de los animales mexicanos engordan en feedlots estadounidenses antes de ser faenados. Una menor cantidad de carne disponible presiona directamente sobre los precios, que ya venían en alza tras las sequías.
El último brote reportado generó un alza de precios durante el período noviembre-febrero, y se espera que el efecto se intensifique durante el verano, temporada tradicional de asados y consumo elevado.
¿Qué se está haciendo?
Una planta en Panamá, especializada en criar moscas estériles, ya produce 100 millones de insectos por semana para frenar la expansión del parásito. Pero los expertos advierten que será necesario multiplicar la producción para contener al gusano, que viaja oculto en sus huéspedes y no por aire.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) anunció una inversión de 21 millones de dólares para reconvertir una fábrica de control de la mosca de la fruta en México y acelerar la producción de insectos estériles. Se espera que las importaciones de ganado puedan reanudarse hacia fines de año.
¿Y los productores estadounidenses?
El USDA estima que un brote en Texas podría causar pérdidas por 1.800 millones de dólares, entre mortandad animal, insumos y mano de obra. "Después de décadas sin brotes, los productores han perdido experiencia en su diagnóstico y tratamiento", dijo David Anderson, economista ganadero de Texas A&M.
"El tratamiento es costoso y extremadamente laborioso: hay que extraer larvas a mano y desinfectar cada herida. No es algo que queramos volver a vivir", concluyó.
El avance del gusano barrenador no solo amenaza la sanidad del rodeo y la seguridad alimentaria de EE.UU., sino que también podría tener efectos colaterales en el mercado global de carne vacuna, incluyendo exportaciones desde América Latina. Estaremos atentos a las medidas sanitarias, el ritmo de erradicación y su impacto económico en el sector agropecuario internacional.