Opinion

La Argentina vs. Estados Unidos: ¿estamos cerca, mejor o lejos en producción agrícola?

La agricultura local tiene menos rindes porque las condiciones institucionales, macroeconómicas, financieras, fiscales y de infraestructura limitan decisiones de inversión que impactan en la productividad

Gustavo Oliverio
Gustavo Oliverio
Asesor y Coordinador de Proyectos en Fundación Producir Conservando

s frecuente la comparación de los sistemas de producción agrícolas y sus resultados en los Estados Unidos con lo que nos ocurre en la Argentina. ¿Estamos cerca, mejor o lejos de la producción norteamericana?

La primera diferencia importante es que Estados Unidos sembró entre trigo, maíz y soja, en promedio de los últimos cinco años, 82/84 millones de hectáreas con una producción media de 6,5 toneladas por hectárea y casi 540 millones de toneladas totales.

En tanto, la Argentina solo llegó a 28/29 millones de hectáreas sembradas en el mismo período, con un rendimiento medio de los tres cultivos de 3,7-4 toneladas por hectárea y una producción total promedio de 100-107 millones de toneladas. Sin duda, las diferencias son enormes.

Está muy claro que la diferencia en la superficie disponible es muy marcada y a ello hay que sumar que suelos con problemas de excesos de agua en el cinturón maicero norteamericano fueron drenados en los años 1960-1990, incorporándose a la agricultura con muy buen potencial de producción y hoy marcan la diferencia en los estados de Indiana, Illinois, Iowa y Ohio.

En general, una muy buena aptitud de suelos, un clima más regular en cuanto a lluvias en los períodos críticos y la buena nutrición de los cultivos, por el aporte de fertilizantes y enmiendas, hacen una diferencia importante, fundamentalmente en los rendimientos de maíz donde la Argentina tuvo 7,3 toneladas por hectárea y Estados Unidos 11 toneladas por hectárea de rendimiento promedio de los últimos cinco años. En trigo, los rendimientos alcanzaron 3,23 toneladas por hectárea en Estados Unidos y 2,85 toneladas en la Argentina. En soja fueron 3,41 toneladas en EE.UU. y 2,61 toneladas en la Argentina, siempre promedio de los últimos cinco años.

Rendimientos del cereal en la Argentina y los Estados UnidosGza

Rendimientos del cereal en la Argentina y los Estados UnidosGza

La gran duda que queda siempre pendiente es si disponemos y aplicamos en la Argentina la tecnología para maximizar rendimientos de igual forma que lo hace el farmer americano. La respuesta es no.

Las tecnologías son las mismas y están disponibles en los dos países pero el contexto macro y micro económico, la infraestructura y el famoso "costo argentino" condicionan y limitan inversiones y la utilización de las mismas tecnologías en nuestro país y de allí las enormes diferencias productivas cuando uno analiza los promedios nacionales.

En el último viaje de la Fundación Producir Conservando, realizado hace un par de semanas a Estados Unidos, visitamos farmers y universidades en Kentucky, Tennessee y Arkansas, donde confirmamos que la baja de precios internacionales también hace negativos los márgenes brutos para el farmer americano, que lo ven como consecuencia de la abundante oferta mundial de commodities y de las limitaciones arancelarias y sus efectos negativos, impuestas por el gobierno de Donald Trump, a quien además mayoritariamente votaron en los estados agrícolas.

Independientemente de las diferencias en la macroeconomía, estabilidad de reglas de juego, infraestructura y el marco general de negocios, la "política agrícola" norteamericana, que se renueva cada cinco años en el Congreso, donde se definen reglas de juego, programas activos de apoyo, incentivos y subsidios directos e indirectos a la producción permiten al farmer la planificación a largo plazo.

La necesidad y búsqueda de escala en la producción lleva a que un 70/75% de la superficie sembrada es bajo contratos de arrendamientos de largo plazo y con ello garantizan la utilización de las tecnologías que requieren un mediano y largo plazo para ver sus resultados (siembra directa, cultivos de cobertura, reposición de macro y micronutrientes, obras de infraestructura, sistematización y riego etc.).

Independientemente de las condiciones de suelo y clima de cada país, tenemos, sin dudas, en la Argentina potenciales de rendimientos mucho más altos de los obtenidos en los últimos años. De ahí la proyección de la Fundación Producir Conservando para 2030 de 170 millones de toneladas, pero el marco de las condiciones institucionales, macroeconómicas, financieras, fiscales y de infraestructura limitan decisiones de inversión que impactan en la productividad futura. Mucho por delante para trabajar, cambiar y mejorar.

El autor pertenece a la Fundación Producir Conservando