En julio se registró una baja intermensual del 2%. Si bien la participación de hembras creció cerca de dos puntos, la comparación interanual continúa mostrando la tendencia descendente que atraviesa desde hace dos años. Qué arroja el análisis por categoría y dentición.
En julio, se faenaron 1,06 millones de cabezas, con bajas del 2% intermensual y 14% interanual.
La faena diaria promedio fue la más baja desde enero último.
La participación de hembras marcó 43,9%. Si bien resultó 1,7 puntos mayor que junio, fue dos puntos inferior a julio del año pasado y sigue con la tendencia descendente que se muestra desde hace dos años.
Por categoría
En comparación con junio, la faena de vacas subió 5% mientras la de vaquillonas quedó igual y la de machos castrados se redujo entre 4 y 8%.
Pero en la comparación con un año atrás, todas las categorías cayeron en forma similar, entre 9 y 18%, siendo los novillitos los de menor retroceso. Lo que contradice un poco el tema de la menor salida de feedlots.
En el gráfico siguiente, se puede ver cómo las hembras vienen disminuyendo su número en los frigoríficos desde hace tres años, sea con un aumento interanual que se fue moderando o con caídas interanuales desde septiembre de 2020.
En el caso de los machos, en julio marcaron el primer descenso interanual desde febrero de 2020. Pero pasaron dos años y medio desde que esta comparación pasó de zona positiva a negativa por última vez.
Análisis por dentición
Las estadísticas actuales tienen en cuenta la presente tipificación, vigente desde abril de 2019. Por lo tanto, las comparaciones interanuales válidas recién comienzan en abril de ese año y se componen, hasta hoy, de 16 datos que, si bien resulta poco, es la única información disponible. Por ese motivo, se recomienda prudencia en la valoración de las tendencias.
La faena de novillitos, principal categoría con la actual normativa, venía de un crecimiento interanual bastante marcado en 2020, mientras que en este año oscila en la igualdad. Esto ha sido igualmente válido para novillitos de 2 dientes como para los de cuatro.
La faena de vaquillonas se ha ubicado en la mayor parte de estos 16 meses con caídas interanuales y con una cierta tendencia de profundizar estas reducciones. Tampoco se pueden establecer marcadas diferencias entre las más jóvenes y las de cuatro dientes.
Ambas categorías componen más de la mitad de la faena.
Le siguen las vacas que, salvo un pico de aumento interanual en marzo último, se han mantenido por debajo de la comparación con el mismo mes del año previo. Acá se podría interpretar que las vacas de 6 dientes, el grupo menos numeroso, tienen una tendencia de reducir su caída interanual mientras que las de 8 dientes han pasado de un crecimiento alto en 2020 a ponerse también por debajo de la línea de igualdad.
Finalmente, los novillos, la categoría menos importante de entre las 4 principales, marcaron una U invertida, con comparaciones interanuales de 20% abajo, hace 12-15 meses, a un empate a principios de año y, nuevamente, a una reducción en los últimos meses. Tampoco se aprecian diferencias entre los de seis dientes y los de ocho (los menos numerosos).
De los números al análisis
Ni en los números absolutos ni en la continuidad de las tendencias hacia una menor faena se puede apreciar un impacto sensible de las medidas antiexportación sobre la decisión a vender de los ganaderos, en estos primeros dos meses de su vigencia.
Si bien es un plazo muy corto en ganadería, es lo que se puede comentar hasta el momento.
La depreciación, especialmente de las vacas, y de las conserva entre ellas, de la que ya se ha salido en alguna medida, no ha afectado su envío a faena.
Esto no quiere decir que las restricciones sobre las exportaciones no tengan efectos estructurales sobre la actividad. Simplemente, hasta ahora son difíciles de detectar.
