Los cultivos de invierno pueden ser utilizados por los animales como pastoreo directo, para corte y suministro en corrales o patios de comida, como cultivos de servicio o cobertura, para grano/semilla o ser destinados a forrajes conservados o una combinación de ellos.
La agricultura y la ganadería deben estar integradas en los establecimientos mixtos en suelos agrícolas. Sin embargo, la confesión de rollos/fardos/silos, durante el verano, debe competir con las oleaginosas y los cereales para grano, en general de mejor rentabilidad, como son la soja y el maíz y en algunos ambientes edafoclimáticos con el girasol y el sorgo. Por ello, una posibilidad es el uso de las especies invernales para ensilaje o la combinación de corte/pastoreo y ensilado que podrían compararse en forma favorable, a pesar de ser uno de los recursos forrajeros más costosos por unidad de materia seca (MS) producida, con los cereales (trigo y cebada), crucíferas (colza y mostaza), apiáceas o umbelíferas (coriandro) y legumbres (arveja y lenteja) de estación fría para otros fines. Las forrajeras invernales en rotación con soja, dada la fecha tardía de siembra de la oleaginosa hacen posible un período prolongado de aprovechamiento, afectando muy poco a la soja siguiente, al menos en regiones húmedas, donde son muy probables las lluvias primaverales. Además, cuando la gramínea de invierno se la destina a forraje conservado permite liberar el potrero en forma intermedia, más temprano que se si se lo realiza para grano/semilla, aunque puede ser más tardío si su uso es en forma directa con los animales en estado de pasto.
En la cebada para ensilaje, evaluada en el centro-norte de la provincia de Buenos Aires, hay respuesta a la fertilización nitrogenada en sólo uno de los tres sitios evaluados, en aquel con el suelo de menor fertilidad y no hay respuesta a la azufrada en ninguna de las tres localidades (9 de julio, General Villegas y Pergamino). La aplicación de dosis altas de nitrógeno (N) en avena y trigo lleva a inferior porcentaje de MS y aumentos significativos en la producción de pasto, con incrementos que alcanzaron cerca de 2 t MS. ha-1.
En relación al aspecto alimenticio, el trigo presenta un mejor valor nutritivo que la avena, evidenciado por un menor contenido de pared celular o fibra detergente neutro (FDN) (43,7 % vs 59,7 %), mayor digestibilidad in vitro de la materia seca (DIVMS) (72,8 vs 59,7 %) y superior registro de energía (2,2 vs 1,7 Mcal. kg-1 de energía metabolizable (EM).
La consociación de la cebada o la avena con la vicia villosa incrementa la producción de fitomasa aérea (aumentando de 9,8-15,0 a 12,9-17,0 t MS.ha-1.año-1) y el nivel de proteína bruta (llevando los valores de 6,9-7,2 a 11,7-16,7 % de PB), para los cereales puros comparados con la asociación de estos con la vicia en distintas proporciones (35, 50 y 75 % de la leguminosa en la mezcla), permitiendo una mejora en la cantidad/calidad del ensilado. Se debe prestar atención al contenido de MS de las mezclas al hacer el silaje, ya que la vicia puede reducir su porcentaje y en ciertos casos disminuir la producción de forraje y elevar las pérdidas.
Los distintos cultivares (cv) de avena, ocho cv evaluados, para la confesión de silos, no tienen diferencias en la biomasa cosechada, siendo próximo a 8 t MS.ha-1, todos cortados a ocho centímetros de altura del rastrojo, cuando la forrajera alcanzó el estado de grano lechoso-pastoso. Tampoco se detectan como diferentes los niveles de PB, con un promedio de 8,8 %. En otro informe del mismo grupo de trabajo, sin embargo, aunque la biomasa tampoco muestra ser distinta, aunque más alta, 12,8 t MS.ha-1, pero varía en su composición (% de tallo, % de hojas, % de panojas y % de material muerto) y también en algunas variables de su valor nutritivo (% FDN, % CNES y % DIVMS). Los cv que tienen mayor proporción de panoja dan más calidad al recurso a ensilar.
En siembras tempranas, el 14 de abril, y con destino a corte y ensilaje no hay diferencia entre avena, cebada y raigrás anual, pero si se implanta sólo para ensilado, el 24 de junio, cuando el antecesor es soja, la especie que se destaca es la cebada. Aunque, con menores producciones medidas, por la baja fertilidad actual del suelo si el antecesor es maíz, con establecimiento temprano, 13 de marzo, y uso combinado: dos defoliaciones como verdeo y posterior ensilado se destaca el raigrás anual, pero es la cebada de nuevo la gramínea más adecuada si la utilización única es para silaje, con siembra del 24 de junio. El criterio para el picado para los cereales: avena y cebada es en grano lechoso-pastoso y para el raigrás es en floración.
La elección de la especie de estación fría y/o el cv dentro de cada una de las forrajeras a ensilar depende de muchos factores: fertilidad del suelo/estrategia de fertilización con N, momento de siembra, antecesor, pero lo importante es el destino que se le quiere dar: si es sólo ensilaje o una combinación de uso directo y luego dejado para ensilar. Si el objetivo es doble, pasto fresco y forraje conservado el raigrás anual es una opción que ofrece ciertas ventajas, pero si la utilización es exclusiva para silaje la especie adecuada es la cebada.
