Esta tendencia de rotación de cultivos ya podía apreciarse en la campaña 2020-2021, cuando se sembraron 16.650.000 hectáreas de soja y 16.450.000 hectáreas de gramíneas, específicamente 9.750.000 hectáreas de trigo y 6.700.000 de maíz.
Del total provisorio del ciclo 2021-2022, Agricultura precisó que el trigo alcanzó 10.670.000 hectáreas sembradas y el maíz registró 6.750.000 hectáreas.
En este sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que, en esta campaña, "por cada lote sembrado con trigo y maíz se sembraría 1,75 de soja".
"Si bien en los últimos dos años el área sojera vino en aumento, el salto no sería tan abrupto este año como se pensaba hace unos meses", explicaron desde la entidad en un reciente informe y resaltaron: "El maíz sigue a la cabeza en los campos propios, pero la soja le pisa los talones".
¿Por qué crecen otros granos? Según la BCR, este equiparamiento puede explicarse en que las gramíneas están cediendo "solo un 2,5%" de su área respecto del año pasado.
"El trigo es el cultivo que más cae en los planes de siembra este año. Del 1,3 millón de hectáreas sembrado en 2022, se habrían dejado de sembrar este año 300.000 hectáreas por la falta de agua (disminución interanual de 23%)", señaralon desde la entidad. Seguidamente, explicaron que la ma yor parte de esa superficie se encuentra en el oeste de la región (la menos beneficiada por las lluvias de otoño), en donde, no obstante, están las intenciones de aumentar el área de maíz.
Esta gramínea avanzaría sobre el hectareaje que deja el trigo, aumentando su superficie un 15% respecto del año pasado, por lo que se calcula que su área cultivada pasará de 1,57 millón de hectáreas a 1,8 millón de hectáreas este año.
En cuanto a la soja, la proyección de sembrado para esta campaña era de 5 millones de hectáreas, pero a raíz de la sequía quedaron afuera unas 400.000 hectáreas.
"Este año hay intenciones de recuperar parte de esas hectáreas y la oleaginosa tendrá un aumento del área de 7%, recuperando unas 300.000 hectáreas", afirmaron desde la BCR y completaron: "La superficie sembrada con soja en la campaña 2023-2024 se estima en 4,9 millones de hectáreas".
Si bien en los últimos dos años se observó un aumento del área sojera en la región en comparación con el de gramíneas, el productor intenta este año mantener las gramíneas en la rotación, por lo que el salto respecto del año pasado no sería tan abrupto como se pensaba hace unos meses.
Así, de acuerdo con lo precisado desde la BCR, es posible calcular para el ciclo 2023-2024 que por cada lote sembrado con trigo y maíz se sembrará 1,75 de soja.
En cuanto a los volúmenes de producción, Agricultura señaló que durante el ciclo 2020-2021 se produjeron 46 millones de toneladas de soja y 43,8 millones de toneladas en 2021-2022 (cifras provisorias).
Por su parte, el trigo pasó de 17,6 millones de toneladas en 2020- 2021 a 22,1 millones de toneladas en 2021-2022; en tanto que el maíz pasó de 60,5 millones de toneladas en 2020-2021 a 59 millones de toneladas en 2021-2022.
Gran parte del área abandonada por la soja la ocupó el maíz debido a su mayor rentabilidad comparada y para diversificar la rotación de los cultivos: desde la campaña 2015-2016 (33,8 millones de toneladas) subió de forma ininterrumpida hasta 60,5 millones de toneladas en 2020-2021, explicaron desde la consultora AZ Group y agregaron que "el aumento de producción estuvo muy asociado con el incremento de área sembrada, que pasó de 6,9 millones de hectáreas en 2015-2016 a 9,7 millones de hectáreas en 2021-2022".
Respecto de la campaña 2022- 2023, la soja muestra "un nuevo recorte en la producción, que se ubica en los 20 millones de toneladas, un 59% menos de lo que se esperaba al inicio de la campaña", según estimaciones de la BCR.
Por el lado del trigo, el 80% de la siembra ya está completo, con lo cual el área cubierta por este cultivo alcanzará los 5,4 millones de hectáreas y se proyecta una producción de 15,600.000 sobre una superficie estimada de 5,4 millones de hectáreas.
En tanto, la cosecha de maíz avanza lentamente (resta levantar 40% del área total) debido a las altas condiciones de humedad que dificultan el adecuado secado del grano.
No obstante, la BCR afirmó que se mantienen las estimaciones de una cosecha de 32 de toneladas, un 40% menos respecto de las expectativas iniciales.
El esquema de costos puede variar debido a cambios en los precios de los fertilizantes
Este año, los productores intentan mantener las gramíneas en la rotación
Por el lado del trigo, el 80% de la siembra ya está completo.
Por Ignacio Méndez
