Opinion

Solving the farm labor shortage will keep food on our tables

Labor shortages are hitting every corner of our nation, putting pressure on an already strained system.

Shay Myers
Shay Myers

Cada temporada, me enfrento a la misma dura realidad: las granjas estadounidenses se están quedando sin trabajadores. He visto de primera mano lo que sucede cuando no tenemos suficientes. Hace unos años, me vi obligado a dejar 14 hectáreas de espárragos pudriéndose en el campo porque simplemente no había suficientes manos para cosecharlos. Esto no fue solo una pérdida para mí, sino también para nuestra comunidad y nuestro suministro de alimentos.

Esta no es sólo mi historia: es una crisis que se extiende por nuestra economía y que afecta a los cultivos de nuestros campos y, en última instancia, a los estantes de su supermercado local.

Desde 1950, el número de trabajadores agrícolas estadounidenses ha disminuido un 74 %. Se prevé que la escasez de mano de obra seguirá contribuyendo al aumento de los precios de los alimentos y amenazará la estabilidad de granjas como la mía en todo el país. Si queremos alimentos asequibles y confiables en nuestras mesas, necesitamos una fuerza laboral estable y segura.

Históricamente, los inmigrantes han llenado los vacíos en la industria agrícola, asumiendo tareas que requieren mucha mano de obra. Han ayudado a alimentar a Estados Unidos durante años, y es hora de encontrar soluciones para mantenerlos en nuestras granjas.

En los últimos meses, el panorama de la política migratoria ha comenzado a cambiar de maneras que ofrecen esperanza para la agricultura estadounidense. El presidente Donald Trump ha abogado públicamente por un nuevo programa de permisos de trabajo diseñado para otorgar estatus legal a los inmigrantes que ya contribuyen a nuestras granjas y economía. Esta propuesta, compartida por muchos en el Congreso, reconoce la urgente necesidad de una mano de obra legal y confiable en la agricultura y otros sectores esenciales.

Al mismo tiempo, se han presentado iniciativas bipartidistas en la Cámara de Representantes, como la Ley de Dignidad, con el objetivo de fortalecer la seguridad fronteriza y, al mismo tiempo, crear vías para la regularización de trabajadores indocumentados y beneficiarios de DACA que han apoyado durante mucho tiempo a las empresas estadounidenses. La Ley de Dignidad establecería una nueva visa temporal sin límite para trabajadores agrícolas y modernizaría el proceso de solicitud de la visa H-2A, facilitando a los trabajadores la cobertura de puestos de trabajo esenciales. Otras propuestas, como la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola, priorizan específicamente las necesidades de nuestro país para garantizar una fuerza laboral estable y un sector agrícola próspero. 

Estos avances en materia de políticas no son solo argumentos políticos, sino soluciones reales que podrían estabilizar nuestro suministro de alimentos, reducir los costos para los consumidores y garantizar que las granjas estadounidenses sigan siendo competitivas a nivel mundial. Es hora de que los legisladores actúen con urgencia y aprueben estas reformas significativas que reflejen la realidad.

Pero esto no se trata solo de las granjas, sino de toda la economía. Necesitamos soluciones prácticas para proteger los empleos estadounidenses, apoyar a nuestras empresas y asegurar nuestra fuerza laboral para el futuro.

Aprecio el llamado de Trump a un programa de trabajo práctico, y nos alineamos con su visión de garantizar que quienes deseen trabajar y apoyar nuestra economía puedan hacerlo de forma legal y responsable. Es hora de hacer lo correcto para Estados Unidos: mantener un suministro de alimentos sólido, una economía en crecimiento y comunidades prósperas.

Asegurémonos de que las granjas de Estados Unidos ya no pasen hambre de soluciones

Shay Myers es un productor de patatas y cebollas de tercera generación en Oregón y director ejecutivo de Owyhee Produce en Parma, Idaho.