Opinion

Tregua comercial entre EE.UU. y China: alivio para los mercados, cautela para las carteras

La reducción temporal de aranceles trajo euforia a las bolsas, pero la incertidumbre persiste. ¿Estamos ante una oportunidad táctica de reposicionamiento o frente a un alivio pasajero en la guerra comercial?

14 May 2025

 La pausa arancelaria de 90 días entre Estados Unidos y China despertó una reacción inmediata en los mercados: las bolsas globales subieron con fuerza, el riesgo país bajó y los precios de commodities estratégicos recuperaron parte del terreno perdido. John Deere volvió a liderar patentamientos, el petróleo rebotó y los inversores salieron a tomar duración. Todo parece indicar que el alivio fue bien recibido. Pero... ¿por cuánto tiempo?

El acuerdo: menos aranceles, más dudas

El anuncio implica una reducción significativa de los aranceles bilaterales:

  • EE.UU. baja del 145% al 30%

  • China del 125% al 10%

La medida descomprime tensiones en un contexto de alta presión política y financiera para la administración Trump, con desafíos judiciales sobre la legalidad de los aranceles y un mercado de bonos exigiendo un cambio de rumbo.

Los riesgos persisten: inflación, inversión y consumo en la mira

Aunque la tregua baja el termómetro económico, no disipa los riesgos estructurales. La tasa arancelaria efectiva se ubicaría hacia fin de año en torno al 15%, muy por encima del 2,5% promedio de 2024.

Esto se traduce en un shock inflacionario comparable a una suba del IVA del 2%, con impacto directo en consumo e inversión. La amenaza de recesión retrocede, pero la desconfianza se mantiene: los mercados quieren resultados, no solo pausas.

¿Cómo reposicionar carteras en este contexto?

Desde el análisis financiero, este nuevo escenario habilita estrategias tácticas con foco en calidad y diversificación:

  • Bonos corporativos de alto rendimiento: sumar duración, pero priorizando emisores con bajo apalancamiento y flujos de caja robustos.

  • Renta variable: evitar concentración en EE.UU. y el sector tecnológico. Mirar hacia financieras, utilities y energía, donde hay valoraciones más atractivas y fundamentos más sólidos.

  • Tipo de cambio: con un dólar debilitándose, el euro, el yen y la libra ganan protagonismo como opciones de cobertura y diversificación.

La guerra comercial no terminó, solo está en pausa. Las decisiones de los próximos tres meses marcarán el tono del mercado para la segunda mitad del año. Mientras tanto, conviene operar con visión estratégica, foco en activos defensivos y exposición medida al riesgo.

En el agro, el impacto arancelario puede ser doble: volatilidad en los flujos comerciales y nuevas oportunidades en nichos productivos. La diversificación no es solo financiera: es también productiva, geográfica y tecnológica.

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