En una semana marcada por tensiones e incertidumbre en el cordón industrial de San Lorenzo, la agroexportadora Vicentin consiguió una bocanada de aire. Tras una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, la empresa firmó un acuerdo con sus socios estratégicos y nuevas firmas del sector que permitirá el ingreso de más de 500 mil toneladas de soja, bajo el esquema de fasones, durante los próximos seis meses.
Este entendimiento, que fue confirmado por fuentes oficiales y privadas, no sólo asegura la reactivación de la principal planta procesadora de la firma, sino que además da continuidad laboral y garantiza el pago de los salarios correspondientes al mes de abril, una demanda urgente de los trabajadores.
El acuerdo se sostiene sobre la base de contratos con tres aliados históricos de Vicentin -la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Viterra y Bunge- y suma ahora a otras importantes agroexportadoras como Molinos Agro, Cargill, Louis Dreyfus Company, Grassi y la Unión Agrícola de Avellaneda. Todas ellas acordaron ingresar mercadería para su procesamiento, ante la imposibilidad legal y financiera de que Vicentin opere como comerciante directo de granos.
El fason, única alternativa viable
Desde que estalló el escándalo financiero que derivó en el concurso preventivo aún no homologado por la Justicia, la firma santafesina quedó imposibilitada de operar con autonomía. En ese contexto, el sistema de fasones -que implica la utilización de las instalaciones para procesar granos de terceros- se convirtió en la única vía para generar ingresos y sostener la operación.
Durante los últimos meses, ese esquema funcionó con severas limitaciones y fue varias veces interrumpido por la falta de garantías judiciales. Sin embargo, la intervención del gobierno provincial permitió destrabar las negociaciones y garantizar un marco institucional que le devuelve previsibilidad al funcionamiento de las plantas.
De acuerdo al nuevo cronograma, la planta de soja tendrá ahora asegurado un volumen suficiente para operar con ritmo sostenido por al menos seis meses, mientras que la planta de girasol ya trabaja a plena capacidad y tiene continuidad garantizada hasta junio.
Salarios y alivio para los trabajadores
Uno de los puntos centrales del acuerdo alcanzado en Rosario fue la situación del personal. Se resolvió que el 40% de los sueldos de abril será abonado la semana próxima, mientras que el 60% restante se efectivizará en cuanto se formalicen los contratos de fason. Los operarios celebraron la noticia tras varios meses de incertidumbre y cobros fraccionados.
El compromiso empresarial y político fue leído como un gesto necesario ante la falta de respuestas del Poder Judicial, que continúa sin homologar el concurso de acreedores, generando un limbo que ya llevaba consecuencias sociales y económicas palpables.
Política activa ante la parálisis judicial
El rol protagónico en la resolución de este conflicto lo tuvo el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, que encabezado por Roald "Coco" Báscolo, fue clave para sentar a todas las partes en la mesa de negociación. El funcionario había sido uno de los más críticos con las dilaciones judiciales y había alertado sobre el riesgo de colapso productivo y laboral si no se adoptaban medidas urgentes.
"El Ejecutivo provincial actuó como garante de este nuevo esquema", destacaron desde el entorno del ministro. La gestión política, en este caso, se impuso al letargo judicial y permitió sostener una operación estratégica no sólo para los trabajadores, sino también para la economía regional.