Maquinaria

Industria Rusa: Caída histórica en la producción de maquinaria agrícola

El retroceso en la fabricación de tractores y sembradoras en Rusia genera alarma en el agro internacional. Las cifras del primer semestre de 2025 revelan un desplome que podría impactar en las cadenas de valor globales.

La industria de maquinaria agrícola rusa atraviesa uno de sus peores desempeños en años. Los datos del primer semestre de 2025 muestran una fuerte contracción en la fabricación de equipos clave como tractores y sembradoras, con caídas que reflejan tensiones estructurales y coyunturales.

Según informó Rosstat, el organismo estadístico oficial ruso, entre enero y junio se fabricaron 3.626 tractores, lo que representa una caída del -8,7% respecto al mismo período de 2024. El panorama es aún más crítico para las sembradoras, con 4.206 unidades ensambladas y una retracción interanual del -14,2%.

Mes a mes, la situación se agrava

La tendencia a la baja se profundizó en junio. Ese mes, la producción de tractores alcanzó apenas 394 unidades, marcando una baja del -16,9% en comparación con mayo. En el caso de las sembradoras, la situación fue aún más alarmante: sólo se ensamblaron 229 equipos, lo que significa una merma del -68,9% respecto al mes anterior.

Causas estructurales y efectos en cadena

Este desplome puede explicarse por múltiples factores: restricciones comerciales, escasez de insumos tecnológicos importados, presiones inflacionarias internas y el endurecimiento de sanciones internacionales. Estos elementos afectan no sólo la capacidad productiva sino también el abastecimiento del mercado local e internacional.

Implicancias para el agro mundial

La reducción en la oferta de maquinaria proveniente de Rusia podría impactar en las cadenas de suministro globales, encareciendo los costos para productores de distintas regiones. En particular, países que importan maquinaria rusa podrían enfrentar demoras o subas de precios en el corto plazo.

Para el sector agropecuario argentino, que si bien depende principalmente de fabricantes locales o estadounidenses, esta situación pone en evidencia la necesidad de fortalecer la industria nacional de maquinaria agrícola, fomentar la tecnificación con proveedores diversificados y apuntar a una mayor resiliencia en la logística de insumos y equipos.

Una señal de alerta

El colapso productivo ruso es una señal que excede lo coyuntural. Plantea interrogantes sobre la sustentabilidad de ciertos modelos industriales y la importancia de contar con políticas públicas de incentivo a la fabricación nacional de maquinaria, especialmente en un contexto de creciente demanda tecnológica en el campo.

La mirada debe estar puesta en el fortalecimiento de la industria regional, en el asociativismo entre productores y pymes metalmecánicas, y en el acceso al crédito agropecuario como herramientas clave para consolidar un agro argentino moderno, competitivo y preparado ante crisis externas.

Agrolatam.com
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